A poco más de ocho de meses de que asesinara a seis personas y posteriormente se quitara la vida, se confirmó que el ex jugador de la NFL, Phillip Adams, tenía daño cerebral.
Después del atentado, el cadáver del ex atleta fue sometido a una autopsia en un centro especializado en la Universidad de Boston y se determinó que padecía una encefalopatía traumática crónica de etapa 2, así lo informó la doctora Ann McKee.
«Hay indicios de que tenía evidente problemas de comportamiento y cognitivos. No creo que fue algo repentino. Da la impresión que fue una discapacidad que se fue agravando. Era cada vez más paranoico, estaba teniendo más dificultades con su memoria y su conducta era cada vez más impulsiva. Quizás no se pudo identificar, pero no fue algo que pasó de la nada».
– Ann McKee.
La encefalopatía traumática crónica (ETC) es una enfermedad que degenera el cerebro y que se le atribuye a conmociones y traumatismos. Este padecimiento tiene cuatro etapas y provoca distintas reacciones como depresión, paranoia, ansiedad, agresión, reacciones impulsivas y pérdida de memoria.
Ann McKee, quien también analizó el cerebro de Aaron Hernández, otro ex NFL que sufrió de ETC, aseguró que los 20 años que Phillip Adams practicó futbol americano «sin duda» propiciaron su padecimiento, el cual le afectó mayormente sus lóbulos frontales.
El pasado 8 de abril, Adams asesinó a seis personas en Rock Hill, Carolina del Sur, y posteriormente se disparó en la cabeza. Ahora, con este resultado, ya son 24 los ex jugadores que han sido diagnosticados con encefalopatía traumática crónica que han perdido la vida entre los 20 y 30 años.
Phillip Adams, quien fue seleccionado en la séptima ronda del Draft del 2010 egresado de la Universidad Estatal de Carolina del Sur, jugó cinco temporadas en la NFL y defendió los colores de los 49ers, Patriots, Seahawks, Raiders, Jets y Falcons.
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