Los Tampa Bay Buccaneers han tenido una sólida temporada baja y de nueva cuenta aparecen como uno de los grandes candidatos para llegar al Super Bowl.
La franquicia de Florida ha sido una de las principales protagonistas de la NFL en los últimos años; alcanzaron la máxima gloria hace dos años, se quedaron cortos la campaña anterior y todas sus energías están enfocadas en volver a levantar el trofeo Vince Lombardi este año.
La mejor noticia que Tampa Bay pudo recibir de cara a la siguiente temporada fue el no retiro de Tom Brady. El mariscal de campo de 44 años anunció a principios de febrero que le pondría fin a su carrera, sin embargo, un par de meses después decidió que volvería para jugar una campaña más.
En la que muy posiblemente sea su última campaña en la NFL, Brady tendrá a su disposición armas ofensivas como Mike Evans y Chris Godwin, dos receptores estelares que han encontrado una química envidiable con el ‘GOAT’. A pesar del retiro de Rob Gronkowski y la salida de O. J. Howard, los Buccaneers cuentan en su departamento de alas cerradas con Cameron Brate y con el veterano Kyle Rudolph, dos elementos con manos más que confiables.
La línea ofensiva y el backfield de Tampa Bay presume nombres como los de Tristan Wirfs y Leonard Fournette, quienes fueron fundamentales para que el equipo se consagrara en el Super Bowl LV, por lo que el juego terrestre de los de Florida seguirá siendo amenazante.
Del lado defensivo, los Bucs son uno de los equipos más dominantes de la NFL desde hace años y se espera que eso no cambie, por lo que sin duda alguna son uno de los máximos candidatos a llegar al Súper Domingo que tendrá lugar en Arizona esta temporada.
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