Bill Russell, un elemento importante en la dinastía de los Boston Celtics y un basquetbolista histórico de la NBA falleció a los 88 años de edad este domingo en los Estados Unidos.
Un basquetbolista que ganó 11 campeonatos en 13 años (los últimos como entrenador en jefe, siendo de los primeros de raza negra en una liga profesional de EUA), convirtiéndose en el jugador con más títulos de la historia en el mejor basquetbol del mundo
El originario de Monroe, Lousiana, es miembro del Salón de la Fama, en cinco ocasiones fue nombrado el Jugador Más valioso y 12 veces fue seleccionado para el Juego de las Estrellas, pero su premio más llamativo fue en 1980, cuando se proclamo como el mejor jugador de la historia en la NBA tras unas votaciones por periodistas y cronistas del baloncesto.
Sus familiares publicaron la noticia en redes sociales, sin embargo, en su declaración no dieron la causa del deceso.
“La esposa de Bill, Jeannine, y sus muchos amigos y familiares les agradecen por tener a Bill en sus oraciones. Tal vez reviva uno o dos de los momentos dorados que nos dio, o recuerde su característica risa mientras se deleitaba explicando la verdadera historia detrás de cómo se desarrollaron esos momentos”, manifiesta el comunicado.
“Y esperamos que cada uno de nosotros pueda encontrar una nueva forma de actuar o hablar con el compromiso intransigente, digno y siempre constructivo de Bill con los principios. Esa sería una última y duradera victoria para nuestro amado #6”, añadieron.
Por su parte, el comisionado de la NBA, Adam Silver, aseguró que Russell fue “El mejor campeón en todos los deportes de equipo”.
“Bill representó algo mucho más grande que los deportes: los valores de igualdad, respeto e inclusión que imprimió en el ADN de nuestra liga. En el apogeo de su carrera atlética, Bill abogó vigorosamente por los derechos civiles y la justicia social, un legado que transmitió a generaciones de jugadores de la NBA que siguieron sus pasos”, señaló Adam.
“A través de las burlas, las amenazas y la adversidad impensable, Bill superó todo y se mantuvo fiel a su creencia de que todos merecen ser tratados con dignidad”, finalizó.
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M.A.N.G.
