Después de la tragedia ocurrida en el Estadio Kanjuruhan este fin de semana, las autoridades del país han separado de su cargo al Jefe de Policía de Indonesia junto a nueve oficiales y 18 más se encuentran bajo investigación.
Los elementos de seguridad eran los encargados de controlar la pelea entre los aficionados del Arema FC y el Persebaya Surabaya, sin embargo, fueron los responsables de lanzar el gas en contra de la multitud sin importar que dentro del inmueble se encontrarán familias con niños, acción que provocó una estampida.
Inicialmente se había prohibido la entrada a los aficionados del Persebaya dado sus antecedentes de violencia y la rivalidad que existe entre ambas escuadras, medidas que no fueron respetadas.
¿Cómo empezó la pelea?
La caótica noche en la Ciudad de Malang comenzó tras el silbatazo final que selló la victoria de Persebaya 3-2 sobre Arema, la primera derrota en casa desde hace 23 años, resultado que provocó la furia de aproximadamente 41 mil fanáticos que invadieron la cancha para agredir a los jugadores y directivos del equipo, causando destrozos dentro y fuera del estadio.
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Sin embargo, en un fallido intentó por controlar la violencia, la policía antidisturbios lanzó gas lacrimógeno en contra de los hinchas dentro del campo e incluso en las gradas, donde la mayoría de familias se resguardaban y quienes tras la desesperación corrieron aterrorizados a las salidas. Acción que desembocó en la muerte de 125 personas, algunas por asfixia o por resultado de la estampida, incluyendo a dos policías y 17 niños.
En busca de los culpables
Las investigaciones continúan, la policía se encuentra analizando las cámaras de seguridad dentro y fuera del estadio. También buscará identificar a los “culpables” del disturbio con ayuda de los testigos.
Tras la tragedia cientos de personas se dieron cita a las afueras del estadio para llevar veladoras y flores como muestras de respeto por las víctimas mortales, en un hecho reprobable que mancha de sangre, otra vez, el fútbol.
En México, hace unos meses en el Estadio Corregidora en el partido entre Gallos vs Atlas, las barras de ambos equipos se enfrentaron en un pelea que dejó un saldo de 26 personas heridas y varías más horrorizadas por la violencia que llegó hasta la cancha.
Existe un halo de violencia sobre el fútbol que no se ha logrado erradicar.