La tripleta arbitral mexicana encabezada por César Arturo Ramos se comportó a la altura y no desentonó en el partido de este miércoles en el que Francia consiguió su boleto a la gran final de la Copa del Mundo de Qatar tras vencer 2-0 a Marruecos.
Los silbantes aztecas firmaron una sólida actuación y no cometieron ningún error que haya influido en el resultado del encuentro, situación más que positiva tomando en cuenta las diferentes polémicas arbitrales que se han presentado en los últimos partidos del torneo, como en la semifinal entre Argentina y Croacia.
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César Arturo Ramos fue el juez central del cotejo, mientras que Alberto Morín y Miguel Hernández fungieron como sus asistentes. Los tres silbantes mexicanos se comportaron a la altura y manejaron de buena manera un partido que por momentos se tornó ríspido.
La continuidad fue el principal aspecto que marcó el trabajo de César Arturo Ramos, ya que permitió el roce natural del juego y solamente sacó una tarjeta amarilla. Probablemente hubo otras dos o tres acciones en las que pudo amonestar, pero prefirió no hacerlo.
La jugada más controversial que se le presentó a los silbantes mexicanos llegó al minuto 26, cuando hubo un encontronazo dentro del área de Francia entre Theo Hernandez y Sofiane Boufal. Aunque los marroquíes pedían penal, César Arturo Ramos señaló falta en favor de los franceses de forma acertada debido a que el futbolista galo fue quien ganó la posición y luego fue golpeado por el africano.
El compromiso de hoy marcó la primera ocasión que un árbitro mexicano pitó en una semifinal de Copa del Mundo desde que lo hiciera Marco Antonio Rodríguez en la histórica goleada de 7-1 que Alemania le propinó a Brasil en el 2014.
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