El escritor colombiano, Santiago Gamboa, comparó la realidad que se vive en Colombia con una novela negra, por los crímenes tan surrealistas que suceden, que parecen más bien sacados de una novela, pero que sorprenden por la forma en que la ficción se asemeja a la realidad.
La analogía también sirvió como una forma de presentar su nueva creación literaria: “Colombian Psycho» (Alfaguara) una novela que relata crímenes—como en casi todas las de su género—, pero donde suenan términos cotidianos: paramilitarismo, «falsos positivos», impunidad.
«El problema de Colombia es que cuando uno quiere literariamente mirar la sociedad termina siendo novela negra, voluntaria o involuntariamente, porque la realidad es tremendamente negra”
Un deber como escritor
Cabe mencionar que desde que volvió a su país natal, en 2015, Gamboa, ha querido «mirar la realidad colombiana de hoy», un panorama actual que no puede dejar de ver al pasado, y reflejarla en sus novelas.
En este sentido, reveló sentir un deber como ciudadano de mostrar la realidad que sigue vigente en una Colombia llena de muerte y delincuencia, aseguró que los problemas de Colombia siguen siendo los mismos desde hace 40 años, ya que a pesar de que los nombres, y crímenes cambian en su forma no cambian en el fondo, ya que los problemas de base siguen siendo los mismos.
“El paramilitarismo, el narcotráfico, la violencia de grupos que se decían subversivos y acabaron corrompidos por el narcotráfico… todos ellos siguen sobrevolando el país, por lo que cuando uno se sienta a escribir, casi que naturalmente sale una novela negra”
El objetivo que persigue el autor del libro es que lejos del morbo, el arte, la literatura, al fijarse en esos crímenes y sucesos históricos dolorosos, le de un sentido y transforme los sufrimientos de una sociedad en conocimiento.
Personajes sorpresa
En «Colombian Psycho» recupera los protagonistas de su novela anterior, la periodista Julieta Lezana; su ayudante, la exguerrillera Johana y el incorruptible fiscal Edilson Jutsiñamuy.
Resalta la idea a lo largo del libro de que sea una periodista quien investigue los crímenes ya que no son comunes los detectives privados en Colombia y mucho menos son cargos ocupados por mujeres, la realidad en Colombia al contrario de las novelas estadounidenses, cuando la investigación recae en la Policía, en Colombia no significa que vaya a haber justicia.
Junto a estos recurrentes, aparecen personajes de diferentes clases sociales y sectores que interaccionan en una Bogotá donde no para de llover y los tiempos los alargan los embotellamientos del tráfico.
Reclusos, presas, militares en retiro, jóvenes de clase alta preocupados por cuándo se meterán la siguiente raya, son los elementos que envuelven a la novela.
AC.
