En poco más de un mes no hemos visto lanzamientos o pruebas de SpaceX, pero la actividad en la fábrica y el centro de operaciones de Starship no se detienen, pues hoy oficialmente ensamblaron por primera vez su cohete Starship Super Heavy.
La versión completa de la Starship fue montada en Boca Chica, Texas, quedando en una impresionante altura de casi 120 metros, con lo que se convierte en el cohete «más alto y potente de la historia», según SpaceX.
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Un vehículo de esta magnitud se consigue apilando un Super Heavy de 69 metros como primera etapa y una Starship de 50 metros de altura como segunda etapa.
Los prototipos para esta primera Starship son: el propulsor Booster 4 que combina 29 motores entre fijos y móviles y la Starship 20, que cuenta con seis motores, tres especializados en vuelos en vacío. Además, esta versión de la Starship fue cubierta por placas térmicas (de color negro) en el lado por el que reentrará a la atmósfera durante su vuelo orbital.
Sin embargo, la emoción por ver en acción este cohete se acabó apenas una hora después, pues la compañía procedió a desmontar las piezas una vez completado el ensamblado del vehículo.
Aún no hay fecha definitiva para la prueba de la Starship, pero en su Twitter, Elon Musk contestó a algunas preguntas donde decía que faltan aproximadamente dos semanas para completar las tareas pendientes antes de realizar algún vuelo, como terminar de colocar el escudo térmico de la segunda etapa, la protección térmica de los motores y de los depósitos en tierra.
Para esta ocasión no se tiene contemplado recuperar ninguna de las partes, pero si es una de las premisas en un futuro para convertirse así en el primer cohete completamente reutilizable del mundo.
