La vida persiste ahí donde el ojo a simple vista percibe una mancha; la vida es independiente de quién la observe. Como un aparente opuesto a lo enorme, lo micro, esos pequeños insectos, testimonian el paso del tiempo: desde hace millones de años ellos nos observan. La Naturaleza (en mayúsculas) busca los lugares donde puede permanecer sin ser vista. La mirada de esta joven fotógrafa puede descubrir, siguiendo, esos seres que, de otro modo, pasan inadvertidos. Entre la luz y la sombra, el material primigenio de la fotografía, entre la tierra, las hojas, la humedad, advertimos una vida igual de grande.
Mirar a detalle el otro lado de las hojas, eso que escarba entre la tierra, entre las raíces de las que se alimenta, buscando la luz que da vida, entre los pétalos, los pistilos, las piedras; observar, casi tocar el lugar que de entre las sombras se mueven los “insectos”, ese enorme grupo de seres vivos, es lo que la macrofotografía de Cynthia Mileva nos enseña en esta serie. Olvidemos por un momento los nombres científicos de las partes de los animales, de qué especies son, a cuál familia pertenecen; quedémonos con la sensación de ver una mezcla de monstruos y milagros: caparazones, antenas, alas, garras que se mueven y se trepan; la vida que nos enseña esta serie es la de una naturaleza viva en todos lados.
Hacia cualquier lado que miremos encontraremos insectos; debajo de las piedras, en los rincones de las casas, debajo de los muebles, donde no hay, en apariencia, movimientos: los insectos buscan ese espacio donde pueden vivir. Encontrarlos, verlos, saber observarlos y tomarlos con la materia fotográfica, es el logro de esta serie fotográfica: podemos casi saludarlos, verlos como una parte nuestra. Más allá del susto que siempre causan, una vez que se les conoce de cerca, con la macrofotografía, puede uno cambiar de opinión. Provocan casi conocerlos, ver sus antenas como un cuerpo milenario, tan pequeño pero que ha sobrevivido tiempos, eras.
Comunicar los objetos pequeños, aquellos que se pierden en la prisa cotidiana de las personas, es otro logro de la serie; en esta podemos apreciar la calma, esculturas vivientes que son los insectos, que enseñan, se puede decir, que la calma, el olvido del mundo externo, es el secreto de la vida. Las pequeñas cosas, a fin de cuentas siempre se ha dicho, son las más importantes en la vida. Los insectos son el vivo testimonio de este aserto tan viejo como adecuado en esta ocasión.
Texto: Óscar Guzmán
Fotografía: Cynthia Mileva
