En el marco de la 491ª peregrinación anual de «Los Naturales de Azcapotzalco», los habitantes de los 27 barrios de la demarcación se congregaron para llevar a cabo una emotiva caminata desde la Catedral de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago hasta la Basílica de Guadalupe.
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La alcaldía implementó un operativo de seguridad para garantizar la integridad de los asistentes durante el evento, que se celebra cada segundo miércoles del mes de noviembre.
Alejandro Méndez González, director general de Desarrollo Social y Participación Ciudadana de la alcaldía, destacó que este operativo contó con el apoyo del equipo de Protección Civil, enfocado en resguardar la seguridad y bienestar de los participantes. Este esfuerzo responde al compromiso de la alcaldesa Margarita Saldaña de preservar la identidad y tradiciones de Azcapotzalco, la demarcación con el mayor número de pueblos originarios (27) en la Ciudad de México.
La peregrinación, encabezada por el Obispo Adolfo Miguel Castaño Fonseca y la Mesa Directiva de «Los Naturales», compuesta por los mayordomos de cada localidad, reunió a más de 5 mil personas a lo largo de un recorrido de 8.5 kilómetros. Esta tradición, que se remonta a 1532, cuando Azcapotzalco fue el primer pueblo en peregrinar hacia el Cerro del Tepeyac, destaca como un evento religioso significativo y un símbolo de unidad y solidaridad entre los habitantes de la demarcación.
Durante el trayecto, la alcaldía dispuso de cinco puntos de suministro de agua para prevenir la deshidratación de los participantes. Además del respaldo de Protección Civil, la seguridad estuvo a cargo de policías de la Dirección Ejecutiva de Seguridad Ciudadana de la alcaldía, en colaboración con elementos de la Subsecretaría de Control de Tránsito de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
La peregrinación de «Los Naturales de Azcapotzalco» no solo es una manifestación religiosa arraigada, sino también un símbolo vibrante de la unidad y la continuidad de las tradiciones que enriquecen el patrimonio cultural de la demarcación. La participación masiva y el esfuerzo coordinado para garantizar la seguridad reflejan el profundo vínculo de la comunidad con su historia y el Cerro del Tepeyac.
