Los trabajos de retiro de palmeras afectadas por bacterias continúan, ya que en los últimos días se han registrado estos trabajos en avenida Paseo de las Palmas
A principios de este año, el Gobierno de la Ciudad de México informó que algunas palmeras distribuidas por la capital sufrieron infecciones de hongos y bacterias, por lo que se tuvieron que talar; lo mismo sucedió con la emblemático árbol de la Glorieta de la Palma, que tuvo que ser retirado de este espacio en abril pasado.
Ante ello, los trabajos de tala continúan y es muy evidente en avenida Paseo de las Palmas, la cual lleva este nombre por la gran cantidad de esta especie que se distribuyeron en el pasado, por lo que personas cercanas a esta zona han manifestado su preocupación de perder los icónicos árboles.
Sin embargo, la Secretaría de Medio Ambiente en la Ciudad de México informó, en este mismo año, la implementación del programa de saneamiento de árboles y palmeras, por lo cual es común ver, en estos días, a personal del gobierno trabajando en la tala, así como siembra de nuevas palmas.
La Sedema aseguró que el programa de saneamiento de arbolado urbano es un proyecto de largo plazo que implica un trabajo coordinado con las alcaldías, la Secretaría de Obras y Servicios y la ciudadanía, para controlar las plagas y enfermedades que han provocado el deterioro del arbolado a lo largo de muchos años.
De acuerdo con un comunicado de la Sedema, publicado el 28 de septiembre de 2022, este programa cuenta en su primera etapa cuenta con una inversión de 60 millones de pesos, se ha dado atención a 4 mil 562 palmeras mediante podas fitosanitarias y se han retirado 440 palmeras muertas en las alcaldías Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Cuauhtémoc y Coyoacán.
Asimismo, desde ese momento, confirmó que las palmeras retiradas serán reemplazadas por por especies como palmas hoja de abanico (Washingtonia robusta); jacarandas (Jacaranda mimosifolia); liquidambar (Liquidambar styraciflua); encinos siempre verde (Quercus virginian); pata de vaca (Bahuinia forticata); astronómicas (Lagerstroemia indica), ceibas (Ceiba speciosa) y árboles frutales, principalmente cítricos como limones y naranjas.
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Cabe mencionar que las infecciones que sufren estos árboles se han reportado desde 2012, aunque no se habían registrado acciones para controlar las plagas y bacterias, además de que las condiciones climáticas y ambientales de la capital del país suman a las afectaciones de estas especies.
