En ocasión del séptimo aniversario del fallecimiento del arqueólogo José Antonio Urdapilleta Pérez, quien fuera Cronista de Azcapotzalco, Margarita Saldaña Hernández, alcaldesa de esta demarcación, rindió homenaje al incansable defensor de la preservación de la historia y las tradiciones de los pueblos y barrios de la Ciudad de México.
José Antonio Urdapilleta Pérez, oriundo de Santa María Malinalco, dedicó su vida entera a la noble labor de recopilar la rica historia de los pueblos y barrios de Azcapotzalco. La alcaldesa Saldaña Hernández destacó la importancia de promover la cultura y la difusión de la historia local en su administración.
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«En mi gestión nos hemos comprometido a impulsar temas culturales, y en especial, la difusión de la historia de nuestros pueblos y barrios. Siempre la exaltamos y defendemos, porque en Azcapotzalco tenemos una gran historia que merece ser conocida más allá de nuestras fronteras», señaló la alcaldesa.
El homenaje se llevó a cabo junto a la estatua erigida en honor del cronista en el Jardín Hidalgo, un lugar que recuerda su incansable labor en defensa de los Pueblos y Barrios de Azcapotzalco y la Ciudad de México. Durante muchos años, Urdapilleta Pérez fue un incansable promotor cultural que buscó la difusión de las antiguas tradiciones tepanecas.
El arqueólogo recorrió cada rincón de Azcapotzalco, recopilando datos, entrevistando a personas y sumergiéndose en las tradiciones y costumbres de la región. A lo largo de su carrera, publicó una serie de artículos, entrevistas y libros, destacando «Breve noticia sobre el manantial de Zancopinca», publicado en 1990, donde describe la historia de un manantial en Azcapotzalco que abastecía a Tlatelolco.
José Carbajal Cortés, también cronista, recordó la inconfundible forma de comunicarse de Urdapilleta Pérez: «Lo claro y acertado de su hablar, el caudal de conocimientos que poseía del que hacía gala. Se llamaba a sí mismo el ‘Chintololo’, ya llegó el Chintololo, así es como él, en ocasiones, se anunciaba al llegar a un sitio.»
La obra y testimonios de Urdapilleta Pérez se han convertido en un referente fundamental en la crónica histórica de la Ciudad de México, perpetuando su legado y su incansable pasión por preservar la rica historia de Azcapotzalco y la metrópoli.
