La selección ya ha cerrado varios amistosos, y tiene en la Nations League la cita más inmediata antes de llegar a la Copa América de este verano.
Tras un 2023 caracterizado por la dura resaca post Qatar y la búsqueda de consolidar un nuevo rumbo en la dirección técnica, este año emerge como clave para erigir de nuevo un equipo fuerte que pueda aspirar a todo, con Jaime Lozano con plenos poderes en el banquillo.
En el horizonte está la importante cita del Mundial de 2026, que México coorganizará junto a Canadá y Estados Unidos. Por lo tanto, hay tiempo para tratar de asentar un proyecto que permita a la Tri competir, y soñar con mejorar la actuación de la última Copa del Mundo organizada en el país, en 1986, cuando la selección acabó quinta tras ser eliminada en cuartos por Alemania, en lo que supone hasta el momento la mejor actuación mundialista de los mexicanos.
Primera parada en la Concacaf Nations League
La primera gran cita importante del año será la Final Four de la Nations League de la Concacaf, que le llevará a enfrentarse en semifinales el 21 de marzo en el AT&T Stadium de Arlington en Texas con Panamá, un rival siempre correoso, particularmente cuando no tiene bajas clave como ocurrió en el partido disputado con México de clasificación para el último mundial.
La otra semifinal la disputarán Estados Unidos y Jamaica, por lo que México en caso de ganar pelearía con el vencedor de este partido en la final. O bien, si pierde el choque de semifinales con los panameños lo haría con la selección derrotada en la disputa por el tercer y cuarto puesto.
Con todo, el fiable termómetro que siempre son las apuestas deportivas ya apunta a una flamante final México-Estados Unidos, un choque de alto voltaje en tierras texanas que supondría un excelente test sobre el músculo competitivo que ha conseguido desarrollar la Tri bajo el liderazgo de Jaime Lozano.
Tras esta cita vendrán dos amistosos de alto impacto por la enjundia de los rivales, nada menos que Uruguay y Brasil, a las que el combinado nacional se enfrentará el 5 y 8 de junio respectivamente, en plena recta final para la preparación de la Copa América, que empieza para los mexicanos el 22 de junio frente a Jamaica también en Texas, aunque en esta ocasión en la ciudad de Houston.
Estos dos partidos preparatorios previos supondrán un fantástico test, ya que hablamos de oponentes de la talla de los charrúas que siempre son sinónimo de competitividad, más allá del plantel que presenten. Mientras que de los brasileros sobra cualquier recordatorio de su talla, basta con mirar su palmarés y la lista de jugadores convocados, que incluiría desde a algunas de las mayores promesas del fútbol mundial hasta jugadores consagrados de la envergadura de Vinicius Jr.
El desafío de la Copa América 2024
En la planificación deportiva para este año se ha tratado de afilar la preparación de los jugadores frente rivales poderosos, con la vista puesta en que este rodaje exigente se traduzca en rendimiento una vez llegada la Copa América.
En esta edición, que de nuevo es realmente un trofeo de todas las américas, se busca evitar la mala experiencia de la última vez que México la disputó, en 2016, cuando se abrió de nuevo el torneo a países de otras federaciones americanas para conmemorar su centenario.
En aquella ocasión, celebrada también en Estados Unidos, la despedida no pudo ser más amarga, con una derrota por 7-0 en cuartos frente a Chile en Santa Clara.
Por el momento, las sensaciones y los rivales que han tocado en la fase de grupos invitan a un cauto optimismo. El debut será el 22 de junio ante Jamaica en el NGR Stadium en Houston, para cuatro días más tarde enfrentar a los vinotinto venezolanos en el SoFi Stadium de Los Ángeles. Mientras que el partido más difícil que cerrará la fase de liguilla vendrá el 30 de junio, en el State Farm Stadium de Arizona, contra el Ecuador comandado por Moisés Caicedo.
Mexicanos y ecuatorianos deberían disputarse sobre el papel la primacía del grupo, que puede ser muy importante más allá de tener abrochado el pase a las eliminatorias, dado que este grupo cruza con el A, donde está la flamante campeona mundial Argentina, que en caso de quedar primera se enfrentaría con el segundo clasificado del grupo de México.
Tras competir en la Copa América, la Tri antes de acabar el año disputará choques correspondientes a la nueva edición de la Concacaf Nations League 2024-2025, competición que dada la clasificación directa de México para el campeonato mundial supondrá la única vía para poder disputar partidos oficiales, lo que se traduce en un importante inconveniente de cara a la preparación de la cita mundialista de 2026, para las que hay tantas esperanzas y que supone el horizonte hacia el que se ha perfilado todo el proyecto actual de la selección.
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