La secuela de la película El exorcista llegó a las salas de cine para hacer un intento de tributo a este clásico de terror
Después de medio siglo y de ser considerada como la ‘película más terrorífica de todos los tiempos’, El exorcista vuelve a dar de qué hablar, pues se presenta el filme El exorcista: Creyentes a manera de secuela de la cinta de 1973, sin embargo, si bien el resultado no es vomitivo, tampoco es decoroso.
Con un inicio similar a la cinta original y con varios homenajes a la misma, las vueltas de cabeza, crucifijos usados de manera violenta, voces demoníacas y una niña que tiene parecido físico a Linda Blair, son algunos de los elementos con los que se presenta la película, pero ninguno de ellos consigue innovar o volverse entrañable, como más de uno lo podrá constatar cuando vea la propuesta.
La historia nos presenta a dos niñas, Angela y Katherine, cada una con diferentes creencias y etnias. Ambas deciden invocar a los espíritus en unos juegos de niñez y desaparecen en el bosque para regresar tres días después sin recuerdos, pero con extrañas actitudes por parte de las pubertas. Los padres de las jóvenes buscan respuestas y soluciones, una de ellas es Chris MacNeil, quien atestiguó algo similar años atrás.
La ganadora del Oscar, Ellen Burstyn, regresa al papel que le valió una postulación al premio de la Academia, no obstante, David Gordon Green, encargado de resucitar y empoderar a Jamie Lee Curtís en la nueva trilogía de Halloween, ahora no tiene un toque acertado con el personaje de Chris MacNeil. A pesar de que hay diálogos que hacen alusión al feminismo, las acciones que realiza resultan contradictorias, pues según la cinta MacNeil ha estudiado ritos y demonios por décadas, pero al acercarse de nuevo al mal comete actos inocentes, por no decir tontos, esto cae en la incongruencia y en el sentimiento de que el personaje de la actriz nonagenaria merecía algo mucho mejor.
Tal vez, el aspecto interesante que tiene El Exorcista: Creyentes y como el título lo indica, es la diversidad de religiones o creencias que son ejecutados por diferentes personas, pues mientras haya fe en un Dios o en un rito, la esperanza puede asomarse. Asimismo y contrario a lo que ocurría en la cinta clásica, se expone una reducción de fe en el catolicismo como podrá se apreciado.
En términos generales este ritual de dos horas posee jump scares efectivos, sobre todo para los que no sean exigentes y no hayan visto la cinta original, pero en definitiva el maquillaje, el guion, la música, las actuaciones y los efectos de sonido no le llegan a los talones a la cinta original, no marca un antes ni un después y no tiene una esencia propia, Pazuzu se debe de estar revolcando en el infierno.
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