Los 10 mil altos cargos del Ejército iraní tienen prohibido ingresar a territorio canadiense así como realizar negocios con entidades o individuos del país americano.
Este viernes, el presidente de Canadá, Justin Trudeau y la vicepresidenta Chrystia Freeland, anunciaron juntos una serie de sanciones dirigidas en contra de altos mandos del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI).
Los 10 mil elementos de esta fuerza militar de Irán tienen prohibido viajar a territorio canadiense, además de realizar negocios con entidades y personas del país americano.
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Esta seria de medidas forma parte de la respuesta del Gobierno canadiense frente a «la violación de derechos humanos» en el país persa como consecuencia de las manifestaciones recientes en el país persa.
Trudeau, durante conferencia de prensa lamentó la muerte de la joven iraní Mahsa Amini, quien murió al interior de una comisaría de Teherán el pasado 16 de septiembre.
Como consecuencia de su muerte en diferentes ciudades de Irán se desataron diversas manifestaciones en repudio al Gobierno de Ebrahim Raisi. Las movilizaciones al rededor de todo el país derivaron en escenarios de violencia y vandalismo.
Por su parte, la Organización de Medicina Forense de Irán emitió este viernes un comunicado donde precisa la causa de la muerte de la joven iraní.
De acuerdo con las autoridades persas, Mahsa Amini murió producto de «una alteración en el importante eje hipotálamo-pituitario y las glándulas bajo su control (incluidas las suprarrenales y la tiroides)» esto, después ser intervenida a la edad de ocho años en un cirugía de tumor cerebral de craneofaringioma.
Sin embargo, los gobierno de occidente se rehúsan aceptar la versión de la organización médica de Irán.
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JOVC
