Fotografía: Jason Wong / Unsplash
En un mundo que apuesta por las energías limpias y la corrección política las cosas acaban de dar un vuelco. El precio del crudo Brent se disparó esta mañana por encima de los 102 dólares, 5% más que el día anterior. Rota la barrera psicológica de los 100 dólares, algo que no ocurría desde julio de 2014, los presagios no son nada buenos.
La cotización del Brent llegó a situarse en 102.48 dólares y en un lapso de media hora había descendido a 102.16, pero no bajará mucho más que eso. El alza es la consecuencia del ataque que inició Rusia sobre el territorio de Ucrania. Y, si la historia sirve de referencia, es posible que el precio de 106 dólares que alcanzó entonces se convierta en una pura y simple anécdota.
No es lo único. Las bolsas de valores en Asia se derrumbaron apenas conocerse el ataque y los futuros de los índices mercantiles en Europa y Estados Unidos apuntan a que este será un jueves negro. Al inicio de las operaciones de este día el Dow Jones registraba una caída de –2.14%, el S&P 500 –1.69% y el NASDAQ –1.47%. Queda claro que seguirán descendiendo, sea lo que sea que digan o hagan Estados Unidos y la OTAN en respuesta a la ofensiva rusa.
En términos de realidad el índice Nikkei 225 de Japón perdió –1.81% y el Hang Seng de Hong Kong –3.21%. En Europa las caídas son profundas: FTSE 100 de Londres cae –3.35%, el DAX de Alemania –5.43%, y el Euro Stoxx 600 –4.17%, el mayor retroceso visto desde el 23 de marzo del 2020.
Pero no hay acción sin reacción. La decisión de Vladimir Putin trae consigo una penitencia: el rublo ruso se ha depreciado –5.12% y ha cargado con el zloty polaco (–3.25%), la lira turca (–3.14%), el forinto húngaro (–3.10%), la corona checa (–2.85%), el peso chileno (–2.29%), la corona sueca (–2.17%) y el real brasileño (–1.70%).
Como si no fuera bastante, hay que recordarlo por si alguien lo ha olvidado: Rusia es el tercer mayor productor de petróleo del mundo y el segundo de gas natural. Eso quiere decir que si a Putin le da la gana, o bien aumenten las sanciones que imponga Occidente a Rusia, o ambas cosas, existe el riesgo de que se limite la oferta global de energéticos. Y un caso tal nadie querría imaginar los escenarios, pero el petróleo podría alcanzar un precio de al menos 130 dólares por barril.
Es un jueves negro para el mundo, no hay duda de eso. Pero lo peor de todo es que aún no se ha tocado fondo.
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