Desde los 11 años, Héctor Rodríguez siente amor por el golf, un deporte que no es popular en nuestro país, pero que para algunos es una pasión, desde caminar por sus paisajes, hasta hacer ejercicio tratando de pegarle a una pequeña pelota.
Héctor, Contador de profesión decidió dedicarle su vida a la enseñanza de esta disciplina, lleva 33 años impartiendo clases a jóvenes, niños, adulto y a quien lo desee saber cómo se juega el golf, en el campo el Tigre, situado en la Riviera Nayarit, donde por una clase se cobra en 870 pesos y dura 50 minutos.
«Los pasos principales, como número uno es la forma de empuñar el bastón, el número dos es la postura, la posición de tu cuerpo, número tres es la alineación de tu cuerpo y empezar a formar tu swing, pero básicamente es lo más importante, trabajando con esto vas a empezar a pegarle a la pelota, serás más consistente, siempre y cuando cuides esos detalles.»
Desde joven, cuando se ganó 12 dólares por ser Caddie, llevando dos pesadas bolsas llenas de palos de golf, Héctor decidió que esto sería parte de su vida.
«Empezamos desde el año 1988, me encanta la verdad, es mi vida, es mi deportes, de esto vivo y me encanta enseñar. Soy contador, pero mi oficina es un campo de golf, mi oficina esta más relajada, es lo que me gusta, y me encanta la verdad.»
El amor por este deporte nació cuando lo invitaron a un campo y de ahí ya no soltó esta pasión: «Fue algo curioso porque tengo una tía que su esposo trabajaba de starter en un campo de Golf y por la relación que había con ellos, me invitó un día, me empezó a gustar y de ahí seguí.»
Héctor, considera que practicar golf es saludable, no solo es un deporte para viejitos o para que puedas relajarte: «lo mejor que me ha dejado el golf es la salud, la felicidad, esto no se compra con nada y mucha gente tiene la idea de que es un juego de viejitos que van detrás de la pelota, pero ya analizándolo, es un ejercicio muy bueno para trabajar todo tu cuerpo sin que te des cuenta.
Pero mentalmente también tiene sus beneficios: «y es muy satisfactorio cuando das un golpe bien te emocionas y te da satisfacción, pero cuando fallas un tiro quieres romper los palos, pero tienes que aprender a controlar tus emociones y eso te ayuda el golf a controlarte, tus emociones, tus debilidades, poco a poco te va enseñando.»
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