México se caracteriza por tener entre su territorio lugares mágicos y llenos de misticismo, Los Pueblos Mágicos, los cuales están llenos de aventura, historia, gastronomía y naturaleza y el estado de Guanajuato cuenta una gran cantidad de ellos.
Comonfort
Reconocido como pueblo mágico en 2018, es famoso por sus artesanos, los cuales se dedican a realizar molcajetes de piedra, los cuales son una pieza emblemática de la cocina mexicana.
La gastronomía de este lugar es famosa por las gorditas de maíz quebrado, enchiladas, fruta de horno, charamuscas y nieves tradicionales.
Además, puedes visitar la parroquia de San Francisco, el Museo del Doctor José María Luis Mora, las zonas arqueológicas de Orduña de abajo y Los remedios. Otros lugares obligados en la visita a este lugar, es la Fábrica de Soria, Centro Histórico, el Viñedo de San Miguel y las capillas de indios del siglo XVI.
Dolores Hidalgo
Este pueblo es conocido por ser la cuna del grito de la independencia, y originaria de famosas nieves de sabores tan exóticos como cerveza, chicharrón, mole, aguacate y mucho más.
Este lugar, también vio crecer a la leyenda musical José Alfredo Jiménez, donde su casa natal es ahora un museo, donde hay una gran variedad de audios y fotografías que resaltan la vida de este cantante.
Otras paradas obligadas son: el Museo del Vino, Casa de Abasolo, Casa Museo José Alfredo Jiménez, Casa de Visitas, Museo de la Independencia Nacional, Casa Museo Hidalgo, Parroquia de Nuestra Señora de Dolores, Parroquia de la Asunción, Templo de la Tercera Orden, Plaza Principal (jardín del grande Hidalgo), Panteón Municipal y tumba de José Alfredo Jiménez, Hacienda de la Erre, Viñedo y Bodega Cuna de Tierra, Viñedo Santísima Trinidad.
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Mineral de pozos
Este lugar es característico por su clima árido desértico, conocido como el pueblo fantasma de la región, no porque carezca de habitantes, sino por la inmensa cantidad de leyendas e historias que vuelven el lugar en algo mágico y místico.
Tiene muchos atractivos turísticos que no te puedes perder como los monumentales Hornos Jesuitas. En Pozos, se puede recorrer minas, comprar artesanía, comer platillos de la cocina prehispánica, pasear a campo traviesa en bicicleta.
No te vayas de Pozos sin beber un vaso de colonche, el fermento del fruto rojo típico, así como comer un taquito de escamoles.
MJ
