En el foro “Diálogos y reflexiones entre la ciencia y la política”, organizado por el Senado de la República, SUPTACIBNOR y SUTCIESAS, se abordaron ventajas y desventajas acerca del impacto social de la inclusión de la Secretaría de la Defensa Nacional y Marina al Consejo General en la Ley de Ciencia y Tecnología.
En el evento, la investigadora Violeta Gleaves López, Secretaria del Interior del Sindicato Único del Personal Técnico y Administrativo del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (SUPTACIBNOR) expresó:
“En México, como en otros países de América Latina, en las últimas décadas se modificado el papel de las Fuerzas Armadas en los diversos ámbitos políticos e institucionales. Actualmente, en algunos ámbitos de la vida nacional, persiste la existencia de soldados políticos y políticos militares, los cuales están sujetos a un marco institucional en entorno de pesos y contrapesos, de rendición de cuentas, transparencia y acceso a la información, señalo la investigadora”
Al evento, también asistió la Senadora, Nestora Salgado García, Secretaria de la Comisión de Derechos Humanos, y la Senadora María Celeste Sánchez Surgía, secretaria de la Comisión de Seguridad Social, quienes mencionaron que la tendencia en el desarrollo de proyectos va encaminado a incrementar las capacidades cibernéticas de defensa y ofensiva, sin tomar en cuenta la desigualdad social, como el que la pandemia del Covid ha puesto en evidencia en los términos de acceso y uso de las tecnologías digitales potenciando las desigualdades existentes en distintas regiones del país.
«Encaminando también la inversión y desarrollo de investigación en áreas como armas, nanomateriales, dispositivos o sustancias para el mejoramiento de capacidades humanas que marcan las tendencias exclusivas en la industria militar”
“Por tal motivo, es importante analizar las ventajas y desventajas en el cambio de la gobernanza en la ley vigente de cómo lo mencionó la Dra. Olivia Gall, la reciente reforma a la Ley de Ciencia y Tecnología en el artículo 5, fracción II en donde se integran a las Secretarías de Defensa y Marina en el Consejo General de Innovación Científica y Desarrollo Tecnológico e Innovación, cuyas facultades principales son:
- Generar políticas nacionales para el avance de la investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación que apoyen el desarrollo nacional.
- Aprobar y actualizar el Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación.
- Definir prioridades y criterios para la asignación del gasto público federal en ciencia, tecnología e innovación, donde se incluyen áreas estratégicas y programas específicos y prioritarios para otorgar atención especial y apoyo presupuestal.
- Definir los lineamientos programáticos y presupuestales que toman en cuenta las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal para apoyar la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación.
- Aprobar el proyecto de presupuesto consolidado de ciencia, tecnología e innovación que se incluye en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación.
“Finalmente cabe resaltar que las estimaciones más conservadoras en años pasados, el 56 por ciento de los gastos públicos en Innovación y Desarrollo en los EEUU eran para el sector militar. En el caso de Alemania el porcentaje era del 6 por ciento, mientras que en Japón era el 4 por ciento, lo que demuestra claramente que la investigación militar debe ser independiente ya que sus objetivos son distintos, en relación al desarrollo de la sociedad y su aplicación social, siendo pertinente que se puede desarrollar ciencia y tecnología fuera de los intereses militares”
Violeta Gleaves, del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste
AC.
