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¡Rawwr! Método nuevo averigua que tipo de sangre eran los dinosaurios

por | May 25, 2022


Desde décadas pasadas, los paleontólogos han tratado de averiguar si los dinosaurios eran animales de sangre caliente, al igual que los mamíferos y las aves modernas o de sangre fría como los reptiles.

A través de un artículo publicado en la revista Nature, un equipo de científicos, liderado por la Universidad de Yale en donde participaron investigadores de la Universidad Complutense de Madrid propusieron un nuevo método para estudiar el metabolismo de los dinosaurios a partir de sus huesos.

«El nuevo método desarrollado por Jasmina Wiemann nos permite inferir directamente el metabolismo de los organismos extintos, algo con lo que solo soñábamos hace unos años», destacó el investigador del Museo Field de Chicago y coautor del estudio, Matteo Fabbri.

Los animales de sangre fría respiran y comen menos pero dependen del exterior para mantener su cuerpo a la temperatura adecuada, mientras que los animales de sangre caliente toman mucho oxígeno y tienen que quemar muchas calorías para mantener la temperatura corporal.

El nuevo método se fija en una de las características más básicas del metabolismo como lo es el uso del oxígeno. Cuando los animales respiran se forman productos que tienen reacción con las proteínas, azúcares y lípidos que dejan residuos moleculares extremadamente estables e insolubles en agua, lo que quiere decir que dan constancia de la cantidad de oxígeno que respiraba un dinosaurio.

El equipo analizó fémures de 55 grupos diferentes de animales, incluidos dinosaurios, sus primos voladores los pterosaurios, sus parientes marinos más lejanos los plesiosaurios, al mismo tiempo que aves, mamíferas y lagartos modernos, mostrando que las tasas metabólicas de los dinosaurios eran más altas.

Existen dos amplios grupos de dinosaurios los saurisquios con caderas de lagarto y los ornitisquios con cadera de ave. Los primeros podrían ser los Triceratops y el Estegosaurio que tenían tasas metabólicas bajas comprobables a las de los animales de sangre fría, mientras que los dinosaurios con cadera de ave como el Velociraptor y el T. rex, los herbívoros gigantes de cuello largo, como el Brachiosaurus eran de sangre caliente.

Lo que sorprendió a los investigadores fue descubrir que algunos de los dinosaurios no solo eran de sangre caliente, sino que tenían tasas metabólicos comparables a la de las aves modernas, mucho más altas que las de los mamíferos .

«Los dinosaurios con tasas metabólicas más bajas habrían sido, hasta cierto punto, dependientes de las temperaturas externas y  podrían haber tenido que migrar a climas más cálidos», apunta Wiemann de la Universidad de Yale.

Reconstruir la biología y la fisiología de los animales extintos es una de las tareas más difíciles de hacer en paleontología, pero sin duda ayuda a entender mejor el mundo que los rodeó.

«Estamos viviendo la sexta extinción masiva. Por eso es importante que entendamos cómo los animales modernos y extintos respondieron fisiológicamente al cambio climático y a las perturbaciones ambientales anteriores; de ese modo, el pasado podrá darnos información para conservar la biodiversidad en el presente y abordar nuestro futuro», finalizó la doctora Wiemann de la Universidad de Yale.

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SCP

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