Los hábitos alimenticios se encuentran directamente ligados con el funcionamiento del cerebro, ya que los nutrientes son los encargados de aumentar el nivel de neurotransmisores.
Si la alimentación es la adecuada, aumenta la capacidad de razonamiento y pensamiento, así como el estado de ánimo, sin embargo, malos hábitos pueden generar que la actividad cognitiva sea distinta y hasta deficiente.
Uno de las prácticas más recurridas es el alto consumo de azúcar. De acuerdo con los especialistas, es una de las principales razones por las que la función cerebral empeora.
El dietista búlgaro, Dimitar Marinov, explicó que el funcionamiento cerebral depende en su mayoría del nivel de azúcar que hay en la sangre, esto influye también en el nivel de insulina, misma que regula el ingreso de aminoácidos responsables de la formación de la hormona del sueño.
Es experto anunció que tampoco es necesario abstenerse del consumo de azúcar, pues esto también puede generar una disminución en las capacidades intelectuales.
Melissa Martí, médica estadounidense, alertó que el consumo de alcohol, ya sea frecuente o esporádico, también es un indicador que complica las funciones del cerebro.
“Incluso el consumo de alcohol poco frecuente puede provocar trastornos de memoria y dañar el cerebro”
La especialista detalló que el consumo de alcohol es uno de los más difíciles de dejar, por ello, recomendó a quienes no pueden abstenerse de esta bebida a no tomar más de una copa de vino, cerveza o licor al día.
Entre otras tantas situaciones que afectan a nuestro entendimiento se encuentra el consumo de grasas saturadas Sandra Jadzhi califica los alimentos con grasas saturadas de los peores enemigos del cerebro, ya que son capaces de empeorar las funciones cognitivas, así como la salud mental de quienes padecen enfermedades psíquicas.
La dietista, Liz Wyosnick destacó que una mala alimentación propicia un sufrimiento en el cerebro, por ello es necesario que el consumo de alimentos se realice haciendo pausas a lo largo del día.
De acuerdo con la experta, si pasa mucho tiempo entre una ingesta y otra, el organismo intentará recuperar la glucosa faltante de sus reservas, lo que da como resultado pérdida de energía y desconcentración.
Wyosnick también hizo hincapié en que es necesario destinar un tiempo específico para dedicarlo a la comida, esta aseveración es con motivo de que, si te concentras en otras tareas a la hora de consumir alimentos, puedes sufrir un atracón ya que no te percatas de la cantidad de comida que ingestas y se pierde la conexión con las señales de saciedad, mismo que desencadenará hambre al poco tiempo y alterará el nivel de azúcar en la sangre.
Además de los puntos antes mencionados, un buen nivel de Vitamina B12 también es fundamental para el buen funcionamiento cognitivo puesto que protege las células nerviosas, situación importante para no generar un daño irreversible en el sistema nervioso.
Los síntomas de personas con bajo nivel de vitamínico B12 son depresión y una mala memoria, argumento la doctora Elizabeth Ward.
Los expertos en la materia aseguran que no es necesario deslindarse de ninguna de las prácticas mencionadas, todo consiste en generar un equilibrio en los hábitos priorizando siempre el bienestar de nuestro cuerpo.
