Descubre la fascinante Laguna de Cajititlán y sumérgete en la riqueza cultural de sus encantadores pueblos aledaños.
Enclavada a tan solo 25 kilómetros de la capital tapatía, la Laguna de Cajititlán, en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, se presenta como un tesoro natural que cautiva por su magnífica belleza y la riqueza de su entorno. Con dimensiones que alcanzan casi los 11 kilómetros de largo por 5 de ancho, y una profundidad máxima de 2.5 metros, esta laguna se posiciona como el segundo cuerpo lacustre más importante de la región.
Su nombre, derivado del náhuatl «Caxitl,» que significa platón, cajete, jícara o recipiente, refleja la herencia cultural que impregna este lugar. La Laguna de Cajititlán no solo es un espectáculo visual, sino que también alberga una diversidad de tradiciones en las poblaciones que la rodean, como Tlajomulco de Zúñiga, Cima del Sol, El Cortijo, y otras.
Este cuerpo de agua se convierte en un refugio tanto para la naturaleza como para los visitantes, ofreciendo actividades familiares como paseos en lancha proporcionados por los propios pescadores del pueblo. La gastronomía local, centrada en la pesca de mojarra, tilapia, carpa y charal, brinda una oportunidad única para deleitar el paladar con sabores auténticos.
La Laguna de Cajititlán también se erige como un santuario para las aves, albergando cerca de 60 especies, tanto locales como migratorias. Entre ellas se encuentran la garza ganadera, garzón blanco, garza nocturna coroninegra, gallareta, cormorán oliváceo, ibis negro y el majestuoso Pelícano borregón, que realiza un viaje anual desde Canadá hasta México.
Este ecosistema se presenta como un elemento crucial para la conservación de aves migratorias, destacando la importancia de la Laguna de Cajititlán en la preservación de la biodiversidad.
Explorando Cajititlán: Más Allá de la Laguna
Después de disfrutar del entorno natural, el pueblo de Cajititlán ofrece experiencias adicionales que resaltan su rica herencia cultural. La Basílica de los Reyes, un templo construido en honor a los Tres Reyes Magos, es un lugar destacado que alberga un retablo dorado tallado en madera de mezquite. Cada año, del 30 de diciembre al 8 de enero, se celebra una festividad tradicional con música, pastorelas, danzas y fuegos pirotécnicos.
Otro punto de interés es el Santuario de Guadalupe, un pequeño templo con raíces que se remontan al año 1666, conocido por las numerosas figuras prehispánicas talladas en su fachada e interior.
Para culminar la visita, las calles de Cajititlán ofrecen una variedad de opciones gastronómicas, desde sabrosas gorditas hechas a mano en comal hasta chicharrones, carnitas y codornices asadas, especialmente populares los domingos.
La Laguna de Cajititlán, con su combinación de naturaleza exuberante y riqueza cultural, se erige como un destino imprescindible para aquellos que buscan explorar las maravillas que Jalisco tiene para ofrecer.
También te puede interesar: https://elcapitalino.mx/vida/julius-baer-claves-2024-la-gran-normalizacion/
