Ocampo celebró con gran éxito la segunda edición del Festival del Vino, Mezcal y Escamoles ¡Ocampo Sí Sabe!, un evento que reunió a más de 30 expositores provenientes del Estado de Guanajuato y Zacatecas. Este festival, impulsado por la Secretaría de Turismo del Estado de Guanajuato a través de la Dirección de Productos Turísticos, no solo destacó como una celebración gastronómica, sino también como un motor clave para el turismo regional y la reactivación económica.
El pasado fin de semana, el majestuoso Parque Ecoturístico “El Molino” en la comunidad de Las Trojes se convirtió en el epicentro de una experiencia sensorial inigualable. Miles de familias se congregaron para degustar una exquisita variedad de vinos y destilados, maridados con el delicado y ancestral manjar conocido como escamoles, popularmente apodado el “caviar mexicano” y apreciado por sus propiedades afrodisíacas.
En un entorno histórico que data del siglo XIX, los asistentes disfrutaron no solo de la gastronomía, sino también de las ricas tradiciones artesanales de la región. El escenario, construido a base de mampostería y diseñado para aprovechar la fuerza hidráulica que en su tiempo alimentaba un molino de harina, ofreció un telón de fondo perfecto para las actividades artísticas y culturales que completaron la jornada.
El municipio de Ocampo, cuyos orígenes se remontan a la época prehispánica, es un lugar de gran riqueza histórica y cultural. Antiguamente conocido como San Juan del Vaquero y parte de la Hacienda San Isidro durante la Colonia, Ocampo formó parte de la histórica Ruta de la Plata, un legado que aún se refleja en los vestigios de sus imponentes haciendas, iglesias, capillas y el notable puente del siglo XVI. La parroquia de San Juan Bautista, ubicada en la plaza principal, es otro de los monumentos que conserva el espíritu de una época pasada, rindiendo homenaje a su Patrono.
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El festival no solo brindó placer al paladar, sino que también ofreció a los visitantes la oportunidad de conectar con la naturaleza a través de actividades de senderismo, cabalgatas, alpinismo, campismo y ciclismo de montaña, en la serranía que rodea la región. Este encuentro entre la riqueza cultural y la belleza natural de Ocampo reafirma la relevancia de festivales como este, que no solo celebran la gastronomía local, sino que también fomentan el turismo sostenible y la preservación del patrimonio histórico.
