Fentanilo, droga sintética de moda que atrapa a miles de niñ@s y jóvenes en un laberinto sin salida, por desgracia quien prueba la felicidad extrema, debido a su efecto inmediato, al corto tiempo no sale vivo. En México, su consumo representa un riesgo latente de inseguridad y de salud pública, debido al repunte de muertes por sobredosis, y la lucha intestina entre los grupos criminales que se disputan las plazas de distribución. Hasta ahora, se considera el narcótico más poderoso y letal del mundo, se estima que es 50 veces más potente que la heroína y 100 más que la morfina.
Datos clínicos señalan que se trata de un medicamento de prescripción de la categoría II, habitualmente usado para tratar a pacientes con dolores severos o crónicos, y para tratar el dolor tras la cirugía. Cuando se consume bajo prescripción médica, el fentanilo es administrado por inyección, parche transdérmico o en pastillas. Sin embargo, suministrado por medio de una vía no farmacéutica y sin conocimientos, el fentanilo es vendido como polvo, añadido a papel secante o mezclado por la heroína, como pastillas, ampolletas, gotas secas sobre papel, frascos de gotas para los ojos, rociadores nasales, entre otras.
Cabe destacar que en México no se produce, llega principalmente de países como China y la India; pero en nuestro país sí se producen las pastillas que posteriormente son traficadas, para estas bandas es un negocio jugoso, debido a que engancha rápidamente, requiere de una mínima inversión, tiene corto tiempo para su elaboración,
genera altas ganancias en comparación con otras drogas, es fácil de ocultar, se mezcla con otras drogas.
El costo de un kilo de polvo de fantanilo es sumamente caro, pero las ganancias lo son mucho más. En lo que va de 2021, los decomisos aumentaron 80%, respecto a lo incautado el año pasado, según fuentes, dos carteles mexicanos son los principales proveedores de esta droga en Estados Unidos.
Los grupos criminales mezclan fentanilo con otras drogas como heroína, cocaína, metanfetamina y MDMA para incrementar el efecto y generar más ganancias por hacer un narcótico más adictivo.
Por el bien de las nuevas generaciones, sus familias y el entorno social, la contención de la elaboración, distribución y consumo, es tarea de tod@s, particularmente de la Federación, aunado al trabajo social del sector productivo, medios de comunicación y sociedad en general. Tod@s sin excepción deben asumir su responsabilidad en el tema, basta contabilizar las tienditas en barrios, fraccionamientos y rancherías del país para visualizar la gravedad del problema. La adicción se suma al terremoto del desempleo creciente, COVID-19, corrupción, pobreza, marginación, discriminación, empleos mal pagados, adicciones, feminicidios, trasgresión a los derechos humanos, delincuencia e inseguridad. Como dijo un de los íconos del rock alternativo, Kurt Cobain, líder de la banda Nirvana, quien lucho desde los 13 años de edad contra las adicciones, las autonombraba como “el diablo”, lo destruyeron a tal grado, que en el clímax de su carrera perdió la batalla, los efectos secundarios de su adicción lo llevaron a terminar con su vida. Dijo: “Las drogas son una pérdida de tiempo. Ellas destruyen tu memoria, respeto y autoestima.” Por un México sano y pensante, Sumemos Voces.
