El 20 de noviembre se ha consolidado como una fecha de importante en las relaciones civiles – militares en nuestro país. Parte fundamental del sistema político establecido tras la gesta revolucionaria iniciada en 1910, las fuerzas armadas han sido, para bien o para mal, un eje de la gobernabilidad política. En esta fecha desde hace décadas se realiza la ceremonia de entrega de condecoraciones y ascensos de los integrantes del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada.
El discurso con ocasión del 110° aniversario de la Revolución mexicana el general secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval González, cobra relevancia en el contexto del retorno de su antecesor en el cargo, el general Salvador Cienfuegos Zepeda, tras su liberación por autoridades norteamericanas.
El general Sandoval González, en nombre de las Fuerzas Armadas, reiteró lo siguiente:
Hemos demostrado Lealtad en más de un siglo de vida institucional; somos leales y lo seguiremos siendo, siempre con respeto y apego a la Carta Magna que nos legó la revolución y a las leyes que de ella emanan.
Se trata de la consolidación histórica de uno de los pilares del Estado Mexicano. La manifestación de respeto y apego disipa cualquier duda, interna o externa, sobre la institucionalidad militar. Ello resulta oportuno, en un contexto en el que han sido varias las referencias a “presiones al Presidente”.
El discurso hizo hincapié en cuatro ejes fundamentales sobre el “origen” de las Fuerzas Armadas:
- Primero: un origen popular, es decir no existe, como en otros países, un elitismo social que se vea reflejado en la institución castrense
- Segundo: el reconocimiento ético político del “respeto a las libertades constitucionales que incluyen los derechos humanos”. Un balde de agua fría para los sectores más radicales de la izquierda que insisten en considerar a los militares como simples guardianes irreflexivos de un sistema explotador.
- Tercero: la voluntad de servicio como misión permanente.
- Cuarto: el compromiso de una actuación “con honor, lealtad, honestidad y respeto a los derechos humanos”.
En el mensaje dirigido al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se recalca la lealtad y también se responde a los críticos de una supuesta “militarización del país”, ya que encuadra las nuevas responsabilidades en el marco de la institucionalidad y participación en el progreso de México, y no de un desplazamiento intencional de los sectores productivos del país:
En su gobierno se nos han encomendado nuevas tareas; tenga la seguridad de que los Soldados y Marinos nos sentimos orgullosos y honrados de que así sea, y las hacemos, porque sabemos que esos esfuerzos están encaminados a la transformación de México que usted dirige.
¡Respaldamos su proyecto de gobierno con lealtad, profesionalismo y honestidad!
Sin duda la detención del general Cienfuegos, tanto en su forma como en su fondo ha puesto los reflectores sobre el Ejército mexicano. Pero hoy el general Luis Crescencio Sandoval González supo disipar cualquier duda sobre el futuro proceder de las Fuerza Armadas.
Juzgue usted
