Mientras en el país nos vamos enfrentando y experimentando cada día que pasa a situaciones cada más difíciles, alarmantes o trágicas, tales como el incremento de la inflación y la elevación de los precios de la canasta básica, lo que ha ido impactando en el nivel y condiciones de vida de la población (6.6%) hasta el impresionante número de homicidios registrados (¡100 mil!) en los 3 años del actual gobierno, y el incremento en el número de mexicanos que viven en situación de pobreza, que de acuerdo al CONEVAL, pasó de 51.9 millones en 2018 a 55.7 millones para 2020, en diferentes escenarios se llevan a cabo sucesos de diversa índole para ¿distraernos? ¿divertirnos? o ¿indignarnos?.
Así por ejemplo, el viernes 5 de noviembre se efectuó en el Teatro Blanquita -perdón por el lapsus- corrijo, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, la comparecencia del Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Dr. Lorenzo Córdova, ante el pleno de la Cámara de Diputados, con el fin de que explicara y justificara la solicitud presupuestal de la institución que encabeza para el año 2022.
Sin embargo, en el marco de tal acontecimiento, algunas diputadas y diputados miembros de la coalición oficialista se encargaron de realizar un verdadero sainete, que dicho sea de paso, está definido en el diccionario de la Real Academia como una obra teatral frecuentemente cómica, grotesca, ridícula y a veces tragicómica, para criticar o denostar al funcionario mencionado.
En el colmo del absurdo, un diputado tabasqueño, que en sus épocas brillantes de militante priista vitoreó en la Cámara la aprobación del IVA muy cerquita del autor de la roqueseñal, al hacer uso de la tribuna se negó a saludar al compareciente, indicándole, desde las alturas de su linaje, que no lo tocase, que no fuese un igualado.
Qué sector de la sociedad votó por semejante espécimen de la política? Ciertamente, estábamos hartos de los que se fueron por frívolos, rapaces y corruptos, pero, ¿acaso individuos como el aludido no son de la misma calaña que aquellos, o peor?
De esta forma, un acto formal e importante, como era el de escuchar al principal directivo de la institución responsable de organizar, coordinar, supervisar y realizar los procesos electorales de todo el país, para obtener elementos de juicio y de análisis sobre su solicitud presupuestal 2022, se distorsionó por la inmadurez y el enanismo político de algunos legisladores. El Dr. Córdova, quien no es santo de mi devoción, sobre todo por aquella ocasión en la que se mofó de dirigentes chichimecas del Estado de Guanajuato (gran jefe toro sentado) cabe reconocer que mostró por su parte, habilidad, firmeza y un alto nivel de tolerancia en su desempeño para justificar la actuación e importancia del INE.
Luego, en la misma semana del hecho referido anteriormente, en la CDMX se autorizó el cierre por tres días de un tramo de la avenida Reforma, por parte del gobierno que años atrás detestaba las carreras de la fórmula 1, por considerarlas onerosas, clasistas y pigmentócratas, para que -en un arranque de paroxismo patriotero- el corredor de autos llamado Sergio El Checo Pérez exhibiese sus dotes a sus cientos o miles de seguidores, pese a las molestias y perjuicios ocasionados a comercios y habitantes de la zona, y a quienes laboran por dicho rumbo. ¿Pan y circo?
No critico el espectáculo en sí mismo y las ganancias monetarias que se generan por su realización, que impactan también en la generación de empleos, sino el doble discurso, la exageración y el alarde con que ahora apoyan tales eventos, quizá también para ¿distraernos? ¿inmovilizarnos? o ¿convencernos?
