Había una vez un monarca en España, que se preocupaba por su patria y que deseaba reinar de forma ejemplar. Hay quienes dicen que llevaba una vida austera y sin grandes lujos, pero a éste respecto, hay algunas investigaciones que afirman, que su alteza llegó a manejar una fortuna de cientos de millones de euros. Claro esas sólo fueron presunciones ya que nada se sabe a ciencia cierta, pero no dice el dicho que: “cuando el río suena, agua lleva”.
Desde joven fue educado en la doctrina católica y liberal para ser rey y soldado, servir a la patria, trasmitir ejemplo al resto de la población, dar prioridad a los problemas sociales y a dar una imagen impecable de España al resto del mundo, pero “hijo de tigre, pintito”. Tuvo que afrontar diversos problemas como las guerras de marruecos, el movimiento obrero y el nacionalismo vasco y catalán.
El rey apoyó un golpe militar, pensando que sería la solución de fuerza que intentaba solucionar la crisis. Con el fracaso político de ésta, el monarca impulsó una vuelta a la normalidad democrática con intención de regenerar el régimen. No obstante, perdió el favor de la clase política, que se sintió traicionada por el apoyo del rey a la dictadura. Para algunos, una de las razones que explican el golpe, sería que éste sirvió de instrumento para evitar que los resultados del Expediente Picasso saliesen a la luz, en una investigación parlamentaria que estaba realizándose y que podría haber dejado al monarca en una posición comprometida.
Sin embargo, su vida personal, también se vio afectada por su galantería, su presencia y su posición, fue un hombre que no supo mantener la fidelidad matrimonial, ya que se le conocieron varias amantes a lo largo de su vida, también tuvo varios hijos fuera del matrimonio con diferentes mujeres, entre ellas la actriz española Carmen Ruiz Moragas con quien tuvo dos hijos que llevaron los apellidos de su madre hasta 2003, cuando la justicia española le autorizó el uso del apellido Borbón.
Su salida de España se hizo desde Cartagena, «Los españoles han echado al último Borbón, no por rey, sino por ladrón». Esta frase, atribuida a Valle-Inclán, se popularizó tras la huida de Alfonso XIII de España.
Dicen que todos los parecidos, son pura coincidencia, estos hechos hablan de Alfonso XIII, abuelo de Juan Carlos de Borbón, quien también se preocupó por España, tuvo amantes e hijos ilegítimos, presuntamente robó dinero aprovechando su posición y finalmente se exilió, o no.
Una vez que logró nombrar a su hijo Juan como sucesor a la corona española, poco le quedaba por lo que luchar. Falleció en Roma a causa de una angina de pecho, poniendo fin a la vida del último Borbón que abandonó España hasta que Juan Carlos I ha hecho lo propio este 2020.