Cuando me entero de las noticias que pasan en España, me pregunto si los jueces son lo imparciales que su profesión les exige, se ve, se oye y se lee cada caso que parece inverosímil que exista una justicia real y verdadera en España.
Hace unos días, La Audiencia Nacional dictó la sentencia del segundo juicio, a dos décadas de irregularidades, en el Partido Popular. El fallo recalca la existencia de una caja B en el partido con la que se pagó parte de las obras de la sede nacional del partido en Madrid y condena al principal acusado, el extesorero Luis Bárcenas, a dos años de prisión. El tribunal condena al PP como responsable civil subsidiario de 123.669 euros por el impuesto de Sociedades por abonar al estudio de arquitectura Unifica más de un millón de euros en B durante las obras en 2007.
Sin embargo, sólo se culpa a Luis Bárcenas, Mariano Rajoy, José María Aznar, María Dolores de Cospedal entre otros muchísimos que lo sabían, participaban y además se beneficiaban de ésta caja B, se van de rositas. Triste ¿no?
Otro caso es el del diputado Alberto Rodríguez, que el juez Marchena lo ha inhabilitado del cargo por haber dado una patada a un policía en una manifestación en 2014, lo extraño es que no hay imágenes, no hay testigos, no hay parte de lesiones.
A pesar de que los letrados del Congreso afirman que Alberto Rodríguez puede seguir como diputado tras la condena del Supremo, el presidente de la Sala penal del Supremo, Manuel Marchena, fue a por todas, ha comunicado a la presidenta del congreso, que sus condenas de cárcel e inhabilitación están vigentes y la conclusión que han sacado tanto en el Alto Tribunal como en el Congreso es que debe abandonar la Cámara Baja. ¿Todo esto por una patada a un policía, que llevan casco, escudo, porra, chaleco antibalas y botas militares? El sr. Rodríguez ha renunciado a la política e irá a por todas ante el tribunal europeo.
Lo más triste es que otros países se encarguen de juzgar a delincuentes españoles, tal es el caso de Suiza que se encarga de investigar al rey emérito Juan Carlos de Borbón por sus cuentas ilícitas de miles de millones de euros de comisiones por favorecer a empresas de Arabia Saudí. Ahora el exiliado en Dubái quiere regresar a España, sin embargo, lo más factible es que se regrese al Estoril, su villa en Portugal.
Por otro lado, la justicia argentina condenó al exministro español Rodolfo Martín Villa por al menos cuatro muertes de manifestantes durante la transición tras la muerte del dictador Francisco Franco. La jueza argentina María Romilda Servinide Cubría ordenó inculpar del ex ministro Rodolfo Martín Villa como responsable de homicidio y tortura durante el régimen franquista, Es un gran acontecimiento para los familiares de la víctimas. Aunque cada solicitud de prueba fue refutada sistemáticamente por las autoridades españolas.
Como podemos comprobar, la justicia española crea mentiras, apoya la corrupción, favorece a ladrones, fabrica pruebas para culpar, engaña, manipula…¿Eso es justicia?
