Ante la declaratoria del Gobierno Federal de un estado de emergencia sanitaria, derivado de la pandemia del Coronavirus SARS- CoV-2 (COVID-19), ciertas actividades fueron consideradas como esenciales para efecto de que continuaran en funcionamiento siempre que cumplieran con diversas medidas sanitarias, entre estas actividades se encontró “La Recaudación Tributaria”.
Al inicio de la declaratoria de emergencia sanitaria, hubo diversas propuestas por parte del sector empresarial a través de las cuales proponían medidas de apoyo a los contribuyentes con la finalidad de enfrentar la crisis económica que estaba en puerta.
Incluso, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), emitió el documento “Tax Administration responses to COVID-19: Support for taxpayers”, a través del cual sugiere a las administraciones tributarias de los países miembros, tomar diversas medidas con la finalidad de apoyar a los contribuyentes ante la situación del coronavirus COVID-19, entre las que se encontraban
- Otorgar prórroga en la presentación de declaraciones fiscales, así como en el pago de las contribuciones correspondientes.
- Los pagos de impuestos en parcialidades, podrían diferirse para facilitar el flujo de efectivo.
- Suspender las sanciones y recargos derivados del pago tardío de contribuciones.
- Establecer facilidades para el pago en parcialidades de contribuciones.
- Suspender los actos tendientes al cobro coactivo de contribuciones.
- Acelerar los procedimientos de devolución de saldos a favor y/o pago de lo indebido de contribuciones.
- Otorgar seguridad jurídica en materia tributaria.
- Evitar el ejercicio de facultades de comprobación durante el periodo de crisis.
- Estimular el uso de los servicios al contribuyente a través de canales digitales, así como ampliar el horario de atención telefónica.
- Establecer estrategias de comunicación con la finalidad de llegar a todos los sectores de la población.
No obstante, el Gobierno Federal rechazó tajantemente otorgar prórrogas en la presentación de declaraciones, diferir el pago de impuestos o cualquier otra medida que hubiera sido propuesta por el sector empresarial.
Ha sido clara la posición del Gobierno Federal ante la necesidad de continuar con la recaudación tributaria de una forma agresiva, sin importar la situación actual que se vive en México y el resto del mundo, ya que necesita de los ingresos para efecto de continuar con el desarrollo de sus actividades.
El sector empresarial se ha visto seriamente afectado ante la falta de apoyos para enfrentar la crisis económica que ha generado la emergencia sanitaria, lo cual se ha visto reflejado en la disminución de empleos y el cierre de empresas.
Llevamos más de cinco meses desde que el Gobierno Federal decretó la emergencia sanitaria, sin que al día de hoy haya una respuesta clara de cómo vamos a enfrentar la crisis económica como país.
Lo que sí ha quedado claro, es que las autoridades fiscales continuarán con su tarea de recaudación, sin importar cuál sea el resultado de sus actos.
