Diariamente recorro la Avenida Central (es la calle principal de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, que en su zona poniente se convierte en el bulevar Belisario Domínguez y en la zona oriente se llama bulevar Ángel Albino Corzo) y veo con tristeza que más de 30 locales comerciales están cerrados y muchos tienen el letrero de Se Renta o Se Vende, mini negocios víctimas de la terrible crisis económica del país.
Allí, en donde alguna vez hubo una tiendita, una papelería o cualquier otra microempresa que generaba de uno a cinco empleos, el local permanece cerrado, con un cartel que dice: Se Renta este local.
Este año que prácticamente concluyó ha sido el más mortífero para las pequeñas y medianas empresas, a grado tal que muchas con años de experiencia, han tenido que cerrar y bajar las cortinas metálicas.
El año pasado hubo un decrecimiento económico de menos uno por ciento, pero este año que cierra posiblemente el decrecimiento sea del 10 o 12%, si bien nos va.
La pandemia, la falta de circulante, pero sobre todo la falta de planeación para apoyar a las Pymes ha provocado una mortandad de pequeñas y medianas empresas en todo el país. A lo mejor la zona norte de México se salve un poco más, pero en el centro y sur, la crisis económica llegó para quedarse.
Por eso, propongo que, en el primer trimestre del 2021, de este nuevo año que arranca, a las pequeñas y medianas empresas, no sólo se les condonen los impuestos del Servicio de Administración Tributaria, sino que haya algún descuento en los pagos de luz y agua, para estimular su desarrollo y crecimiento en los primeros tres meses del año.
Se que tanto el Gobierno federal, como Comisión Federal de Electricidad y los gobiernos municipales viven de la recaudación de impuestos y cobros mensuales y bimensuales, pero como una medida emergente propongo que les den una gracia de 3 meses a las pequeñas y medianas empresas y estimular su crecimiento en esta cuesta de enero que se aproxima.
Tal vez no sea gran ayuda, pero por lo menos no tendrán que vivir bajo la zozobra recaudatoria durante el primer trimestre, a fin de que sus ventas mejoren y que esta pandemia que llegó para quedarse baje y se diluya.
Ojalá apoyemos a las Pymes consumiendo de manera local, comprando en esas tiendas para que se conserven los miles de empleos que aún generan, y que resientan menos la cuesta de enero.
Porque si este año fue intenso y crudo, el próximo no pinta tan bien.
Usted, ¿qué opina?
