Hoy en día el vino forma parte de nuestra vida cotidiana, a pesar de constar con una historia de poco más de 7000 años ha evolucionado a través del tiempo adaptándose a las nuevas tecnologías, condiciones climáticas y la creatividad de cada bodega que quiere imprimir su sello en cada sorbo que disfrutamos de copa en copa.
Pero ¿Qué es el vino? El vino es una bebida alcohólica que proviene del jugo de uva fermentado, es decir, primero obtenemos el jugo de varias uvas para que posteriormente con la acción de unos pequeños microorganismos, llamados levaduras, transformen el azúcar contenido en ese mosto (jugo) en alcohol, posteriormente, ya dependerá del enólogo de cada bodega el acabado que se le da a cada vino, ya sea que se embotelle directamente y salga a la venta, o bien, que sea sometido a cierto tiempo de crianza (añejamiento) en barricas de roble o en la misma botella bajo condiciones de luz, humedad y temperatura cuidadosamente controladas.
El vino se obtiene de la vid, una planta que de manera natural puede crecer tanto como le sea posible y es debido a esto que el trabajo del enólogo en conjunto con los agricultores se vuelve crucial ya que controlan su crecimiento y forma, la cantidad de hojas que se conservan para cada una, el número de racimos por vid e incluso, ya en la vendimia (cosecha), la cantidad de uvas que se van a utilizar en la elaboración del vino.
Alrededor del mundo hay una gran cantidad de países productores con características únicas, sin embargo, no en todos lados pueden crecer vides con la capacidad de elaborar buen vino, pues se busca que en las uvas se queden concentrados la mayor cantidad de nutrientes y azucares que nos otorguen un vino de calidad, es por esto que se requieren de condiciones climáticas y de suelo específicas para que la vid pueda desarrollar todo su esplendor. Derivado de este proceso podemos obtener una gran variedad de vinos, como vinos blancos jóvenes y ligeros hasta tintos robustos con mucho cuerpo y más complejos, esto nos permite observar todos los detalles contenidos detrás de cada botella que descorchamos.
En la actualidad, la idea de que únicamente las clases de un nivel socioeconómico elevado pudieran beber un buen vino ha quedado atrás, ya que cada vez más personas pueden permitirse ese “lujo” y pueden elegir entre una inmensa diversidad de marcas de gran calidad independientemente del precio, permitiendo una gran oferta de vinos para todos los gustos. Gracias a esto, la cultura del vino en México ha ido creciendo, ya no sólo se busca comprar una botella para alguna fiesta o celebración, pues el simple hecho de hacer una reunión de amigos o una cena con la familia, funciona como un excelente pretexto para descorchar una botella porque…
Ninguna gran historia comienza con un vaso de agua…
