Esta semana será recordada como la que puso en evidencia hechos concretos que suscitaron controversias durante los últimos meses del año pasado: el reconocimiento del IMSS del motivo real de posponer hasta febrero la Reforma Laboral que pondría fin al outsourcing, la causa verdadera de la “amistad” de Donald Trump con el Presidente López Obrador y el trasfondo del enfrentamiento entre el mandatario y Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE).
El IMSS informó que en diciembre de 2020 fueron cancelados 278 mil empleos formales, lo cual fue posible porque sigue vigente la ley laboral de 2012 que legalizó la subcontratación y permite se violen derechos elementales de los trabajadores, como recibir aguinaldos y prestaciones decembrinas, además de eludir pagos al fisco. Tal número de puestos de trabajo formales representaron 43% de las plazas que se perdieron el año pasado. Un regalo navideño del Congreso al sector empresarial a cuenta de Morena, que no hizo valer su mayoría.
En lo que seguramente será su último acto oficial como presidente de Estados Unidos, el cual simbólicamente se llevó a cabo en Álamo, Texas, donde Trump firmó una placa alusiva a la terminación del muro fronterizo en esa zona, agradeció efusivamente a su homólogo mexicano su colaboración para frenar la emigración de indocumentados. “Quiero agradecer al gran presidente de México, es un caballero, amigo mío… tuvimos 27 mil soldados mexicanos resguardando nuestras fronteras durante los pasados dos años. Nadie pensaba que eso era posible”.
Por otro lado, el titular del INE, Lorenzo Córdova, anunció que “vigilará que a partir del 4 de abril”, en las conferencias matutinas del presidente López Obrador “no se haga promoción de los logros del gobierno que constituya propaganda”. Atribuyó a “desinformación” señalar que el INE pretenda impedir que se realicen las popularmente conocidas “mañaneras”. Puntualizó que tal procedimiento se apega al mandato constitucional de garantizar equidad y transparencia en los procesos electorales.
Siguiendo este orden de hechos noticiosos, cabe destacar que en materia laboral la política del gobierno de la Cuarta Transformación (4T) no ha tenido más avance digno de encomio que haber roto el mito de que los incrementos a los salarios mínimos repercutían en la inflación. Aun así, sigue muy lejana la recuperación de las pérdidas del poder adquisitivo de los trabajadores durante los pasados treinta y ocho años. La recomposición democrática de la vida sindical sigue siendo una asignatura pendiente, una meta que parece muy lejana, más aún si no se logra echar abajo la reforma laboral del 2012 que legalizó el outsourcing.
Muy flaco favor le hizo Trump a su homólogo mexicano con sus elogios, porque detrás de ellos se puso en evidencia una relación bilateral que podría calificarse como contraria al contenido histórico de la política exterior del Estado mexicano. Sería válido puntualizar que el gobierno de la 4T hizo una labor de esquirol para lograr que se firmara el acuerdo conocido como “Protocolos de Protección de Migrantes”, mediante el cual los solicitantes de asilo en territorio estadunidense, provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador se vieran obligados a permanecer en suelo mexicano, a cuenta del erario de nuestro país y con el resguardo en la frontera de tropas mexicanas. Podría argumentarse que el INE tiene entre sus atribuciones las que aduce Córdova para justificar su escrutinio de las “mañaneras”. Pero también que puede contravenir el artículo sexto constitucional, al cual acude el presidente López Obrador para afirmar que Córdova no puede interferir en su derecho a informar a la ciudadanía sobre el trabajo del Ejecutivo. Se trata de un tema polémico, controversial, pero que sin duda dará pauta al mandatario para justificar sus ataques al INE, cuyo pasado lo despoja de autoridad moral para ahora mostrarse como firme defensor de la legalidad. Nunca lo ha hecho, así que todo lo que haga Córdova se le revertirá.
