Estos últimos días he tenido el honor de ser invitado a la junta anual de consejeros del Tec de MTY, que justo cumple 80 años este próximo septiembre de haberse fundado, y durante los años he tenido el gusto de poder trabajar de diferentes maneras de la mano del Tec. Por más de una década, en diferentes programas desde proyectos de becarios enfocados en semestres completos en proyectos sostenibles y de emprendimiento social, así como en congresos y también como Consejero del Programa PLEI (Programa de Liderazgo Empresarial Internacional).
El cual, organiza misiones comerciales en todos los continentes, con el fin de que los estudiantes universitarios empiecen sus primeros encuentros para negociar con profesionales de otros países; promover la internacionalización a empresas mexicanas, visitas comerciales en embajadas y organizaciones globales, dentro de muchas actividades más que van formando a los futuros profesionistas para que tengan en su mochila de vida la generación de valor económico, social y ambiental de manera simultánea.
Es impresionante ver el impacto tan positivo a favor de México y América Latina,
La idea que empezó hace 80 años en una casona en Monterrey con 350 estudiantes,
pero con la gran visión y liderazgo de Don Eugenio Garza Sada “EGS” y un grupo de empresarios se unieron para formar la Universidad privada más grande en América Latina.
Definitivamente la visión y oportunidad que tuvo “EGS” de hace más de 100 años al cursar los estudios universitarios en MIT (Massachusetts Institute of Technology) en EUA, fue lo que le dio la inspiración para empezar su gran obra que es el Tec, que hoy tiene presencia en 20 estados del país, más de 96 mil estudiantes y 11 mil profesores. Además, el Tecmilenio suma otros 61 mil alumnos y 4,800 profesores. La red cuenta con TecSalud, brindando anualmente más de 122 mil atenciones médicas y también cuenta con 62 preparatorias por todo el país.
Por ello, ha sido también un gran honor de presenciar
El cambio de estafeta del liderazgo del Consejo Directivo Tec,
que fue el relevo a José Antonio Fernández Carbajal como Presidente, donde Ricardo Saldívar Escajadillo se convirtió en el cuarto sucesor del liderazgo de Don Eugenio Garza Sada que siempre tuvo en su manera de trabajar y pensar
«Lo que uno es y puede poseer es una oportunidad para ofrecerlo a los demás y una oportunidad de servicio».
En los mensajes de vida y despedida que nos dejó José Antonio como Presidente, quisiera en agradecimiento compartir algunas de sus ideas – legado, para siempre tener en mente el bien común en la manera en que llevamos nuestras vidas:
IDEA 1: “El talento y potencial de la juventud mexicana nos exigen redoblar esfuerzos para asegurar el crecimiento y la permanencia de este programa.”
“Programa Líderes del Mañana – El proyecto de movilidad social educativa más importante de México”
“Apoyando a más de 1,000 estudiantes gracias a los fondos institucionales y generosos donantes; seguimos muy lejos de alcanzar la meta y los invito a que sigamos contribuyendo”
IDEA 2: “tenemos pues una vocación social que va más allá de educar y emprender. Impactar directamente a nuestra comunidad”
“DistritoTec, un modelo de éxito de planeación urbana y de compromiso comunitario”
Nacido de la necesidad de enfrentar juntos la inseguridad y el abandono de un área muy importante de la ciudad. Un programa con 3 iniciativas: revitalizar el campus Monterrey; transformar el entorno urbano; y crear un ecosistema de investigación, innovación y emprendimiento.
Hoy, el DistritoTec ha aumentado su población en 56% con respecto a la registrada en el 2010, un ejemplo para México y para América Latina, vamos a seguir invirtiendo para mejorar todavía más.”
IDEA 3: “grandes retos en aspectos climáticos, tecnológicos, geopolíticos y de salud”
“los vemos en el horizonte, en el corto y en el largo plazo. La mejor forma de estar preparados y hacerles frente, es a través de la educación, de la investigación y de la constante innovación.”
IDEA 4: “agradecer haciendo”
“No me queda más que reiterarles que agradecer haciendo es la mejor forma de devolver tantas bendiciones que hemos recibido todos los que estamos aquí presentes y que además es el mejor alimento para el espíritu.”
No olvidemos que tenemos la importante tarea y obligación, de formar personas de éxito, no solo en términos académicos y profesionales, sino también en su capacidad para trascender contribuyendo al desarrollo y bienestar de sus comunidades.
Reitero aquí lo que he señalado en otras ocasiones:
seamos buenos ancestros.
Trabajemos juntos para nuestros queridos jóvenes y para un México mejor.”
Quisiera cerrar con otro mensaje utilizado en el Tec,
“Transformar vidas, nos transforma a nosotros”. Sin duda estos 80 años del Tec y su gran red de aliados ya de muchas generaciones, tiene un efecto multiplicador sostenible que nos obliga y compromete a todos en asegurar ser “buenos ancestros” a favor de nuestro planeta, comunidades y futuras generaciones.
