La pandemia de COVID-19 podría provocar un retroceso de varias décadas en el camino hacia la igualdad de género.
Desde grandes pérdidas de empleo hasta cargas exageradas de trabajos no remunerados; desde la escolarización interrumpida hasta una crisis cada vez mayor de violencia doméstica y explotación, la vida de las mujeres ha cambiado y sus derechos han sido erosionados.
Las madres, y en especial las madres solteras, enfrentan una gran ansiedad y adversidad, cuyas consecuencias durarán mucho más que la pandemia.
A pesar de de eso, las mujeres son quienes han estado al frente de la respuesta a la pandemia, en su doble papel de trabajadoras y encargadas del cuidado de la familia.
Son las trabajadoras esenciales que mantienen viva a la gente y mantienen unidas las economías, las comunidades y las familias.
Las mujeres están entre los líderes que han mantenido las tasas de prevalencia más bajas y encaminan a los países hacia la recuperación.
El Día Internacional de la Mujer 2021 debe destacar por el poder transformador de la participación igualitaria de las mujeres, independientemente de los factores adversos mencionados con anterioridad.
La evidencia es clara: Cuando las mujeres lideran el gobierno, hay mayores inversiones en protección social y más avances en la lucha contra la pobreza.
Cuando hay mujeres en los congresos, los países adoptan políticas de cambio climático más estrictas.
En un mundo dominado por los hombres, con una cultura dominada por hombres, la igualdad de género es esencialmente una cuestión de poder, siempre y cuando sea real y no solamente para cubrir el trámite.
Y como los machos son parte fundamental de la solución, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, hizo un llamado a los países, empresas e instituciones para adoptar medidas y cuotas especiales para promover la participación igualitaria de las mujeres y lograr un cambio rápido.
Ahora que ha comenzado la vacunación masiva antiCOVID-19 y conforme avanza la recuperación, los paquetes económicos de apoyo y estímulo deben dirigirse específicamente a mujeres y niñas, incluidas las inversiones en negocios propiedad de mujeres y la economía del cuidado.
La recuperación de esta pandemia es la oportunidad que tenemos para dejar atrás generaciones de exclusión y desigualdad y evitar un retroceso de décadas de progreso en materia de derechos para las mujeres. Es tiempo, sí, de alzar la voz, de protestar, pero también de hallar soluciones. Ya sea que dirijan un país, una empresa o un movimiento popular, las mujeres hacen contribuciones que dan resultados para todos e impulsan el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Es tiempo de construir un futuro igualitario, pero éste no es un trabajo exclusivo de las mujeres. Es un trabajo para todos y para beneficio de todos, en el que todos debemos participar activa, inclusivamente.
