55 8925 1325 [email protected]
El Capitalino
Sansui Goolge TV

Se acabó el tiempo, pero la esperanza aún vive

por | Ene 27, 2021

Dos mujeres metieron el dedo en la llaga ayer en torno al cambio climático, y ojalá produzca suficiente dolor para que todos entendamos que es urgente la acción para frenar la emergencia climática, cuyos impactos vemos y sufrimos todos los días, pero aún nos negamos a aceptarlo.

Greta Thunberg, la joven sueca que se ha distinguido por ir a decir las cosas frente a los principales líderes, y Patricia Espinosa, la mexicana líder de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, no pudieron ser más directas: ¡se acabó el tiempo! ¡Ya no hay tiempo para la mitigación de los impactos del cambio climático!

Thunberg dijo a los líderes reunidos en el Foro Económico Mundial “entendemos que el mundo es muy complejo y que el cambio no ocurre de la noche a la mañana, pero han tenido más de tres décadas de bla, bla, bla… ¿Cuántas más necesitan?”. Más claro, ni el agua, escasa, por cierto.

Por su parte, la secretaria Ejecutiva de Cambio Climático de la ONU, Patricia Espinosa, indicó que es hora de enfrentar la realidad: «Como ya muestran los eventos climáticos actuales, la mitigación no es suficiente. La emergencia climática ya está aquí, y la gente está sufriendo. Debemos insistir: ¡prepárate, prepárate!”.

Las palabras de Espinosa fueron ante los líderes políticos que asisten a la Cumbre de Adaptación, convocada por los Países Bajos, quienes escucharon a la funcionaria destacar el importante papel del Acuerdo de París, que requiere que todos los países planifiquen e implementen la adaptación mediante Planes Nacionales de Adaptación y del Fondo Verde para el Clima.

Subrayó que el mundo tiene las herramientas, las habilidades y la oportunidad para realizar acciones de adaptación “más rápidas y mejores”, pero es necesario trabajar juntos y apoyar a los más vulnerables, que son como siempre los que menos tienen.

Pero para pasar a la acción climática es necesario que haya recursos suficientes, por lo que el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió a los líderes reunidos virtualmente en la Cumbre de Adaptación Climática, que 50% del financiamiento climático se destine a la adaptación

Con extremos climáticos sin precedentes y una volatilidad que afecta las vidas y los medios de subsistencia en todos los continentes, Guterres habló de una “mayor conciencia de la importancia de la resiliencia”, al tiempo que señaló las enormes brechas que persisten en el financiamiento para la adaptación en los países en desarrollo. “La adaptación no puede ser la mitad olvidada de la ecuación climática”, afirmó.

Guterres dijo que el apoyo a la adaptación y la resiliencia es “un imperativo moral, económico y social”, ya que hoy en día una de cada tres personas todavía no está adecuadamente cubierta por los sistemas de alerta temprana. “Sólo 24 horas de aviso de una tormenta u ola de calor que se avecinan puede reducir el daño resultante en un 30%”.

Guterres dio a conocer cinco prioridades para la adaptación y la resiliencia:

Primero, que para la COP26 en Glasgow, en noviembre, todos los donantes y bancos multilaterales de desarrollo se comprometan para asignar más de la mitad de su financiamiento climático a la adaptación y cumplirlo para 2024.

En segundo lugar, que los países en desarrollo reciban el apoyo y las herramientas necesarias para tomar decisiones de inversión y asignaciones presupuestarias resilientes al clima, particularmente para infraestructura.

En tercer lugar, que los instrumentos financieros existentes provocados por catástrofes se amplíen. «Por cada dólar invertido en infraestructura resistente al clima, se pueden ahorrar seis dólares».

Cuarto, un acceso más fácil al financiamiento, especialmente para los más vulnerables, y la expansión de las iniciativas de alivio de la deuda.

Por último, apoyar las iniciativas regionales de adaptación y resiliencia, que permitirían, por ejemplo, canjes de deuda por adaptación, y proporcionarían la liquidez que tanto necesitan los países vulnerables en extrema necesidad.

Paradójicamente, quedan nueve meses para que los países y sus gobernantes muestren de qué están hechos y si ese dedo que metieron en la llaga dos mujeres duele lo suficiente como para dar a luz en la COP26 un real instrumento que prepare al mundo para adaptarse a los impactos del cambio climático.

El tiempo ya se acabó, pero la esperanza aún vive.

Sansui Goolge TV