Con cerca de 20 batallones y miles de danzantes, el pasado fin de semana se realizó el tradicional Carnaval de Huejotzingo en Puebla. Tras un año sin efectuarse debido a la contingencia sanitaria por el Covid-19, ahora sí se realizó el desfile y se ubicó alrededor de la plaza principal, donde deleitaron a visitantes locales y nacionales, recordando que en próximos días se dará inicio al calendario católico que dicta la Semana Santa.
Por medio de coloridos y llamativos disfraces se le da vida a los Zapadores, Zacapoaxtlas e indios, así como a los representantes del Ejército francés a quienes llaman Zuavos y Turcos. Durante el espectáculo se contemplaron trajes con lentejuelas, chaquiras, bordados, pinturas, sombreros de paja, de melenas tricolores o de copa. Personajes que salen a las calles a bailar al ritmo de banda, a cantar de alegría y trasmitirla a todos los asistentes quienes están ubicados en gradas o en las vallas que resguardan la calle para evitar que la gente cruce.
En esta ocasión salieron a las calles cientos de niños para darle a conocer a la entidad que ellos serán la nueva generación que mantendrá viva la tradición y costumbre de este carnaval que cuenta con más de 154 años de antigüedad.
A lo largo de la festividad se manifestó el «Robo de la Doncella», una historia que representa la redención de los pecados culminando con la salvación de la dama. Así mismo, el desfile contó con la presencia de caballos que simbolizan a los elementos del Ejército Francés, mismos que pelearon en la batalla de Puebla el 5 de Mayo de 1852.
Los habitantes de Huejotzingo se encargan de la organización, pues aseguran que con este evento honran a sus antepasados. Donato Ortiz Romero, danzante de los Zapadores, lleva 29 años participando en el carnaval y comentó que fueron sus padres y abuelos quienes lo inculcaron para mantener la tradición: “Tengo cerca de 29 años participando, inicié bailando desde los 7 u 8 años. Es una costumbre heredada de mis abuelitos y mis papás, así que año con año venimos a disfrutar”.
Por otra parte Armando Rojas, quien es danzante originario de Santa María Atexcac, compartió que él continúa el legado de su familia manteniendo la representación de diablos, mismos que simbolizan los pecados y la vida mundana de todos los seres humanos.
En el mismo tenor Luis Serrano, asistente del espectáculo, aseguró que se vive un ambiente único lleno de fiesta que culmina en una emoción indescriptible: “Estoy viviendo una experiencia que me transmite emociones enormes al ver cuánta gente se convoca, cuanto disfrutan de bailar, la música, los vestuarios, los colores, risas y alegrías”.
La edición 2022 del Carnaval de Huejotzingo culminó con éxito, satisfacción y regocijo, superando las expectativas de quienes conocen y mantienen la tradición, así como de nuevos espectadores. Puebla sigue y seguirá siendo sede de la única celebración en México que cuenta con un argumento histórico, contando los principales hechos históricos ocurridos en este lugar, una tradición que no pierde su origen y esencia a pesar de los años.
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