Shell registró un trimestre récord en mayo, mientras que Chevron, Corp y BP alcanzaron sus mejores números en una década.
El pasado sábado, por primera vez en la historia, el precio del galón de gasolina superó los cinco dólares en Estados Unidos de acuerdo con información de AAA, fenómeno derivado de la inflación.
El 11 de junio se registró un costo promedio nacional de la gasolina común sin plomo de 5.004 dólares, comparado con los 4.986 dólares del día anterior.
Esta situación es alarmante para el presidente Joe Biden y los demócratas, pues se aproximan las elecciones de mitad de mandato que se llevarán a cabo en el mes de noviembre.
Biden ha recurrido a varias acciones para intentar reducir los precios de la gasolina, como la liberación récord de barriles de las reservas estratégicas de Estados Unidos, la exención de las normas de producción de este combustible en verano y a la ayuda de los países que encabezan la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
No obstante, los costos de la gasolina han crecido hasta los cielos en todo el mundo por el aumento de la demanda, sanciones a Rusia tras su invasión en Ucrania y una disminución de la capacidad de refinado. Sin embargo, la movilidad por las carreteras de Estados Unidos se ha mantenido, incluso con sólo algunos puntos porcentuales por debajo de los niveles previos a la pandemia.
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Economistas estiman que la demanda podría comenzar a caer o a destruirse si los precios continúan por arriba de esta tarifa. Según números del Departamento de Energía estadounidense, la media de la gasolina permanece cerca de un 8% sin superar las cifras de junio de 2008, es decir, 5.41 dólares el galón.
El consumo no ha sufrido cambios a pesar de que la inflación ha llegado a su nivel máximo en más de cuatro décadas, lo cual se debe a los programas de ayuda por la crisis sanitaria y un mercado laboral equilibrado caracterizado por fuertes aumentos salariales, especialmente para trabajadores de menores ingresos.
Asimismo, Shell registró un trimestre récord en mayo, mientras que Chevron, Corp y BP alcanzaron sus mejores números en una década. Otras grandes empresas como Exxon Mobil, Total Energies y operadores de esquisto independientes en Estados Unidos, presentaron cifras que impulsaron la recompra de acciones y la inversión en dividendos.
DH
