Un funcionario de salud chino y un involucrada en las negociaciones, comentaron en The Associated Press que las autoridades del país se han abstenido porque buscan mejorar su tecnología y no depender de proveedores extranjeros.
China se encuentra enfrentando su mayor brote de Coronavirus sin una herramienta que pudo haber implementado meses atrás: la vacuna extranjera ARNm, la más efectiva hasta el momento porque ha demostrado brindar la mejor protección contra los peores efectos del virus como la hospitalización y la muerte, comparada con los biológicos que se administran en el país.
Pese a que a inicios de 2020 la empresa farmacéutica china, Fosun Pharma, llegó al acuerdo para distribuir y fabricar en su momento la vacuna ARNm producida por Pfizer y BioNTech, su uso aún no se autoriza en la China continental aunque las autoridades de Hong Kong y Macao ya lo hayan hecho.
«Ahora los expertos en salud afirman que ese retraso —resultado de anteponer la política y el orgullo nacional a la salud pública— podría provocar muertes por coronavirus que serían evitables, y mayores pérdidas económicas, ya que se cerrarán ciudades enteras para aislar a la población desprotegida del país».
Xi Chen, economista de la salud de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale, señaló que las consecuencias serán enormes como la interrupción de la cadena de suministros y la afectación a todo tipo de sectores de servicios.
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Asimismo, las vacunas chinas fabricadas con una tecnología más antigua evidenciaron ser efectivas contra la cepa inicial del Covid-19, pero poco eficientes contra las variantes más recientes.
Conforme esta comparación empezó a clarificarse, países que incluso utilizaban vacunas chinas y otras menos efectivas en Occidente, han comenzado a implementar las ARNm para las campañas de refuerzo y nuevas inmunizaciones:
«No es el caso de China. Los reguladores no han dicho públicamente por qué no han actuado: las vacunas de ARNm están autorizadas en gran parte del mundo y han demostrado ser seguras y eficaces en cientos de millones de personas».
No obstante, un funcionario de salud chino y un involucrada en las negociaciones, comentaron en The Associated Press que las autoridades del país se han abstenido porque buscan mejorar su tecnología y no depender de proveedores extranjeros.
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DH
