Los muñecos que simbolizan la inocencia, la pureza y la compañía de los niños se ven corrompidos, en esta ocasión no por espíritus o hechizos
Cada día la tecnología se convierte en un estilo de vida cotidiano, inherente y necesario, pero cuando esta se manifiesta en forma de inteligencia artificial y se conjuga con una muñeca de apariencia adorable, el resultado puede ser fatídico, así se comprueba con ‘M3gan’.
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Gemma, un ingeniera en robótica, se ha enfocado día y noche en crear una maravilla de la inteligencia artificial, se trata de una muñeca programada para ser la mejor compañera de los niños y la mayor aliada de los padres. La creación en cuestión se llama M3gan y es capaz de escuchar, observar y aprender mientras se convierte en amiga, profesora, compañera de juegos y protectora del niño al que se vincule.
En medio de sus avances, un accidente desafortunado y triste convierte a Gemma en tutora de Cady, su sobrina de ocho años, incapaz y torpe para establecer vínculos emocionales con la pequeña, una de los temas interesantes del filme y que se han explotado en cintas como ‘Her’, Gemma deposita en M3gan la responsabilidad de cuidar a Cady. Sin embargo, el prototipo tiene fallas y dentro de muy poco tiempo las consecuencias saltan a la luz.
La inteligencia artificial, explorada en cintas como ‘2001 Odisea en el espacio’ o ‘Terminator’, es uno de los motores de esta cinta, definida como la combinación de algoritmos planteados con el propósito de crear máquinas que presenten las mismas capacidades que el ser humano, pero ¿qué ocurre cuando el sistema se avería o tiene fallas?, esa es la espina dorsal de esta película, lo cual nos lleva a pensar en las necesidades de valores éticos para el desarrollo de esta tecnología, tanto de sus creadores como del producto en sí.
Por otro lado, los muñecos que simbolizan la inocencia, la pureza y la compañía de los niños se ven corrompidos, en esta ocasión no por espíritus o hechizos como pasó en ‘Chucky: el muñeco diabólico’, ‘Puppet master’ o ‘Annabelle’, sino por la tecnología antes explicada. La fusión de ambas, en medio de la fórmula del género acompañado de un diseño de producción decoroso, da como resultado una película promedio para pasar un rato con momentos de suspenso a flor de piel, pero reitero, la cinta producida por James Waan no inventa el hilo negro y recurres a los clichés comprobados dentro del género que gustan a la audiencia.
Para dar vida a esta muñeca, que servirá como referente dentro del género, se utilizaron dos personas, en primer instancia hallamos a Jenna Davis para la voz, mientras que Amie Donald prestó su cuerpo para los movimientos y acciones letales de M3GAN, quien no aprueba sus matanzas, pero asegura se divirtió haciéndolas.
