En entrevista el director nos lleva a descubrir las imágenes y los desafíos detrás de su nueva película
Por: Gibrany Jazzmeleth
El hijo de su padre es una historia que llevo 5 semanas de preparación y varios años de espera para poder firmarla y cuenta la historia de Gabriel, un escritor que trabaja como periodista en una revista cultural y es papá soltero. Él cuida de su hijo con dedicación como una familia monoparental, sin embargo un suceso inesperado le generara flashbacks en sus recuerdos. Ya que su madre quiere vender la casa en donde vivieron por muchos años, ocasionándole un estado de crisis, ya que el papá de Raquel y Gabriel, llamado Arturo, fue un padre ausente que murió en un accidente en el que Gabriel estuvo presente.
La película aborda la paternidad, en este caso, la del papá soltero, una figura poco común en nuestro país. En entrevista para El Capitalino, Aarón Fernandez señaló que «eso fue lo que me interesó del personaje, el ser un papá soltero y también la perspectiva de su propia paternidad, su relación con su propio padre y cómo influye en su vida. Es una película 100% centrada en los personajes».
«El limonero que tenían mis padres lo incluí en la película como una metáfora de la muerte»
Por ser una película sentimental el proceso de edición será de una manera distinta, ya que el director indicó que esta historia tiene muchas vertientes «espero terminarla este año y estrenarla en 2024, el proceso de edición siempre es un misterio, pero en esta ocasión me tomaré más tiempo para editarla, ya que hay muchas posibilidades y el rompecabezas tiene múltiples vertientes. Es un reto interesante porque uno puede escribir el guion y la estructura narrativa, pero la realidad te atrapa y es fascinante.»
Convertir algo cotidiano en algo poético
Durante la entrevista el director comentó, «a mí me encanta hacer documentales, no solo verlos sino también hacerlos. La ficción y el documental son dos dinámicas diferentes, sin embargo, uno se adapta y curiosamente el documental que dirigí recientemente titulado, ‘Un filósofo en la arena’, tenía mucho de ficción. Había escenas muy calculadas, un guion bien estructurado y metas muy definidas».
«Curiosamente, esta ficción es como si fuera el documental de esta familia. Quiero que sea muy real, muy cotidiano. Lógicamente, es una ficción, pero la esencia de esta película busca mostrar esa realidad de la cotidianidad»
Aarón Fernandez
Señaló que la casa en donde se grabó la mayor parte de la película, en donde estuvo presente El Capitalino, tiene un peso simbólico muy grande, ya que se filmó de manera cronológica dentro de los espacios de la casa. «Se armó el plan de rodaje de tal manera para que los personajes vivieran ese proceso cotidiano. Incluso ellos mencionaron que era una idea perfecta, ya que empezaron cuando el limonero estaba frondoso, concluyendo con la marchitación de éste» indicó el galardonado director.
«Son lenguajes que me gustan y espero volver a dirigir un documental»
«La dirección de actores comienza desde el casting»
Uno de los procesos más importantes de una película es, sin duda, la creación y búsqueda de personajes. Es por eso que Aarón señaló que «junto con Rocío Belmont, quien fue la directora de casting, platicamos mucho sobre los personajes. Antes de tomar una decisión, vemos muchas fotos con diferentes perfiles y vamos filtrando. En este caso particular, se trataba de una familia y creamos varias pruebas en las que evaluamos la sinergia, química y poco a poco fuimos encontrando esa conexión»
El elenco se conformó por Daniel Damuzi en el papel de Gabriel; reconocido por su participación en producciones como Bardo , Narcos , De brutas nada y Oscuro deseo, logra transmitir la complejidad emocional del personaje y su búsqueda de respuestas.
Además, Florencia Ríos interpreta a Raquel, la hermana de Gabriel, aportando una mirada cercana y cómplice a la historia. Ríos, conocida por su destacada actuación en proyectos como El Rey: Vicente Fernández , Matando Cabos 2 , La Guzmán y Noches de julio , enriquece la trama.
Zaide Silvia Gutiérrez, da vida a Esther, la madre de Gabriel y Raquel. La experimentada actriz, reconocida por su participación en películas como ¡Qué Viva México!, La vida precoz y breve de Sabina Rivas, El infierno , Enemigos íntimos , Espérame en otro mundo y Ciudad del Silencio, brinda profundidad y autenticidad al personaje de Esther.
Finalmente, Ana Sofía Gatica interpreta a Lucero, un personaje clave en el proceso de Gabriel. Gatica, quien ha destacado en proyectos como «Atrapadas en familia», «Control Z», «Sexo, pudor y lágrimas 2» y «Todo va a estar bien», aporta su talento y sensibilidad a la película.
«Sigamos filmando»
«Me siento muy feliz, me la estoy pasando muy bien. A mí me ponen una cámara enfrente y soy el hombre más feliz del mundo, me vuelvo como un niño», fueron las palabras del director cuando se le preguntó sobre como se sentía después del tiempo de espera para poder producir esta cinta.
«Es algo que apasiona, pero es difícil, especialmente en el cine independiente, ya que debes buscar tus propios recursos. En esta ocasión, es mi propia productora la que está generando toda esta producción, y los plazos son de seis a ocho años»
El cineasta invitó a todos aquellos que empiezan su carrera en el cine independiente que «Sigamos filmando, debemos retomar las salas de cine, porque siento que es algo que no se va a perder. Hubo un declive debido a la pandemia y desafortunadamente no se han llenado las salas de nuevo, pero creo que es algo que debe resurgir y permanecer, ya que es un rito cultural. Además, un mundo sin salas de cine no es lo mismo. Es muy difícil hacer cine sin medios, ya que todo lleva su tiempo».
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En el cine, hay que darse la oportunidad de explorar más planos sofisticados
Tomando como referencia cinematográfica mexicana, el director nos contó que Cuarón fue una de ellas en esta película, ya que es un cineasta muy honesto y talentoso, pero sobre todo por la manera en que graba sus planos secuencia. Tomando como referencia internacional, Aarón mencionó al cineasta Hirokazu Koreeda, quien ha hecho muchos documentales con niños, y «mefijé mucho en cómo construye las historias a través de los niños».
Durante la película se realizaron planos secuencia combinados con diálogos continuos para recrear escenas de un domingo por la tarde comiendo en familia. «En la misma escena hay tres escenas de algo cotidiano, hacer algo sublime y algo dramático, es algo que a mí me gusta ver en el cine. Tenemos varios planos secuencia que duran de 2 a 3 minutos, es un reto de lenguaje que todo esté perfectamente bien sincronizado y que no se vean los reflejos» señaló el director.
Plásticamente tiene muchos reflejos, como espejos y ventanas, esto con el fin de generar un espacio de recuerdos llegando hasta la memoria. Además, se utilizan sobreimpresiones, especialmente en los flashes, es muy difícil que todo esté muy bien, pero es muy divertido, «es un reto, creo que el cine puede darse ese lujo». La cinta tiene tintes de melodrama, dejando de lado encuadres, luz y composición, el plano secuencia es un elemento plástico muy importante con un lenguaje cinematográfico muy marcado. fue lo que mencionó cuando se le cuestiono sobre la propuesta visual.
Un poco de la historia del director
Aarón Fernández es un destacado cineasta con una Maestría en Estudios Cinematográficos obtenida en París, Francia. Ha trabajado como guionista, director y productor en proyectos para cine y televisión. Su ópera prima, Partes usadas , ha participado en más de 40 festivales y ha ganado varios premios.
Su segunda película, Las horas muertas se estrenó en el Festival de San Sebastián y recibió el Premio a la Mejor Contribución Artística en el Festival de Tokio, así como el Premio a la Mejor Actriz y una Mención Especial del jurado en el Festival de Morelia. Además, dirigió los primeros 5 capítulos de la serie de televisión Alguien más, protagonizada por Ana Seradilla, Fernando Álvarez, Mariana Treviño y Flor Edwarda Gurrola. En 2019, estrenó su documental Un filósofo en la arena, el cual fue presentado en festivales como Guadalajara, Montreal y BAFICI, convirtiéndose en el documental mexicano con mayor asistencia en salas ese mismo año. Aarón Fernández es miembro, por segunda vez, del Sistema Nacional de Creadores de Arte. El hijo de su padre es su cuarta película como director.
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