Durante el concierto, Saúl Hernández agradeció al universo y a sus fans, además, alzó la voz en contra de la militarización y los feminicidios en México
El jaguar lo hizo de nuevo, Caifanes regresó al mítico Auditorio Nacional, no solo con un recorrido histórico a su repertorio musical, sino también, con un mensaje lleno de amor, protesta, libertad y resiliencia. Durante concierto, el vocalista Saúl Hernández, alias el ‘Jaguar’, no perdió la oportunidad de invitar a los asistentes a levantar la voz y a no quedasen callados con las injusticias que vive el país.
La noche del 24 de marzo, los alrededores del Auditorio se convirtieron en un festival repleto de fans de Caifanes. Minutos antes del concierto se podía escuchar un mix de canciones icónicas de la banda como «Perdí mi ojo de venado», «Quisiera ser alcohol», «Mi negra Tomasa» entre otras, las cuales estaban acompañadas por diferentes tribus con las mismas letras en la camiseta. Además de una luna mágica y misteriosa que daba la entrada a uno de los espectáculos más esperados del año.
El «Coloso de Reforma» se llenó en cuestión de minutos y al apagarse las luces, el rugido del «Cazador» retumbó dando inicio con los acordes de «Antes de que nos olviden», en una entrada íntima y con las estrellas de fondo la banda inauguró una noche mística para todos los asistentes que se dieron cita para ver el gran regreso de Caifanes.
La voz excepcional de Saúl Hernández fue la combinación perfecta para una noche llena de Alux o mejor conocidos como Aluxes (elfos) que hicieron travesuras durante todo el concierto, así fue como lo mencionó el vocalista «en cada presentación nos acompañan espíritus, se nos mueven cosas y es por nuestros Aluxes quienes nos acompañan en los grandes eventos. Esta noche es mágica y llena de energía concentrada. Hoy estamos vibrando muy fuerte, la luz es de otro planeta, gracias por estar siempre», mencionó el músico.
«Muchas gracias, el abrazo es para ti raza, es un sueño estar aquí enfrente de ti gracias, que Dios te bendiga»
Saúl Hernández
Continuando con «Vamos a dar una vuelta al cielo» y «Para que no digas que no pienso en ti», la banda hizo que los fans se pusieran de pie en medio de un mar de recuerdos y coros eternos.
«Es un repertorio que todos escogieron, esperemos que salgan satisfechos, para que no les falte nada en el corazón»
Los bajos y solos de guitarra y saxofón, se hicieron notar toda la noche, en un momento lleno de sentimentalismo combinado con un mensaje de protesta, el vocalista dedico la canción «Ayer me dijo un ave», a los niños de todo el mundo, pero además, a cada uno de los mexicanos. «Estamos llenos de pequeños gigantes. Hoy extendemos esta dedicatoria para todos nosotros. No estamos de acuerdo que el ejército esté en las calles, hay que parar esta situación» señaló el vocalista de Caifanes.
«Una de las fortunas que tenemos es ser uno mismo y que te valga madres, lo que está a tu alrededor. Defiéndete a ti y a tus pensamientos, jamás dejes de ser tú», fueron las palabras de Saúl antes de interpretar «Gatos».
Continuando con su mensaje de protesta, la banda mencionó que existe algo que jamás dejarán de hacer hasta que se termine y es exigir justicia por los feminicidios en el país. Las luces se apagaron y la agrupación dejó sus instrumentos, en ese momento la voz de Vivir Quintana se hizo presente a través de un video con «Canción sin miedo».
La noche apenas comenzaba cuando sonó «Dioses Ocultos», seguida de «Cuéntame tu vida», «Sólo eres tú», «Miedo», «Nubes», y «Afuera», fueron parte de la playlist. «Aquí no es así», «Te lo pido», «No dejes que», «La célula que explota» fueron las rolas que no dejaron que los asistentes se sentarán en sus butacas, ya que muchos corearon, lloraron e incluso, realizaron videollamadas para dedicar a la distancia estas canciones.
El clásico que marcó la carrera de Caifanes, «Negra Tomasa», fue la canción encargada para cerrar una noche llena de magia, protesta y misticismo.
Gibrany Becerril
