Durante seis días, este ciclo presentará vía online, cintas que cuenten las historias que viven las personas trans día con día en nuestra sociedad.
El Festval Ambulante llega con seis documentales y dos películas para celebrar el Día Internacional de la Visibilidad Trans. Esta edición lleva por título, Tonalidades y pretende resaltar las historias de personas trans en diferentes territorios de México.
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Desde el miedo por habitar la otredad, la complejidad legal de asumir un cambio de género o la felicidad por habitarla plenamente, estas películas nos acercan a las realidades diversas de personas que se construyen fuera de las limitaciones impuestas por el género.
Del 31 de marzo al 5 de abril el publico podrá disfrutar de cada uno de estos filmes a través de www.ambulante.org en un horario de 19:00 horas, en el cual habrá un estreno diario disponible hasta las 23:59 horas del día siguiente y así personas de todo México tengan la oportunidad de verlos.
31 de marzo
Para el primer día, llega Noche fui de Tania Elisa Suárez Juárez, donde se nos presenta a Guadalupe, una mujer transgénero, que revolucionó el entorno en el que le tocó vivir. Ahora, a través de sus memorias, comparte los sucesos que marcaron su vida cuando era trabajadora sexual, los cuales la orillaron a organizarse y convertirse en activista.
01 de abril
Este día estará disponible Victoria de Eloisa Diez que cuenta como en una ciudad pequeña, católica y conservadora de los Altos de Jalisco, Alex pierde la custodia de su hija. Tras una larga lucha judicial, busca la forma de cumplir la promesa que le hizo al nacer: estar siempre con ella. Al mismo tiempo, él defiende sus sueños: la paternidad, la música, ser hombre.
02 de abril
La felicidad en la que vivo de Carlos Morales narra como Samantha Flores, mujer trans de la tercera edad, abandonó la seguridad que le proporcionaba el hogar de sus padres, quienes nunca cuestionaron quién era o quería ser. Llegada a sus 84 años, Samantha lucha contra la soledad al ritmo del mambo y vestida de vedette con envidiable vitalidad. Su elocuente testimonio busca representar a otros adultos mayores de la comunidad LGBT+. Sueña con dar cobijo a otras personas como ella, cuya existencia misma es invisibilizada por una sociedad que se rehúsa a verlas y a aceptarlas.
Quebranto de Roberto Fiesco, evoca la memoria y el testimonio de dos personajes: Fernando García, conocido como Pinolito, durante su desempeño como actor infantil en la década de los años setenta, y doña Lilia Ortega, su madre, también actriz. Fernando se reconoció transgénero hace varios años y se hizo llamar Coral Bonelli. Ambas vivieron en Garibaldi añorando su pasado fílmico, mientras Coral asumió con valor su identidad de género.
03 de abril
Caricia de David Montes Bernal muestra la historia de una estilista transgénero que, tras superar varios cambios de identidad y la relación con un hombre violento que la marcó de por vida, decide volver a su lugar de origen en Cuajinicuilapa, Guerrero, para emprender su propio negocio. La Paloma de París es una estética modesta, pero con espíritu de libertad, donde otras mujeres transgénero pueden sentirse seguras de ser lo que son.
El compromiso de las sombras de Sandra Luz López Barroso deja ver a través de un conjunto de instantes visuales y sensoriales, El compromiso de las sombras muestra el trabajo de Lizbeth, una mujer trans que se dedica a guiar a las almas de las personas que fallecen en su camino hacia el eterno descanso, mediante rezos y cantos.
04 de abril
Cosas que no hacemos de Bruno Santamaría transcurre en El Roblito, un pueblo en Nayarit que por su condición socioeconómica parece no tener adultos. Cosas que no hacemos acompaña las rutinas de un grupo de niños que juegan en sus calles, dinámicas inocentes pero a la vez trastocadas por la violencia generalizada en el país.
El documental presenta la historia de Arturo, un joven que parece querer seguir siendo niño y que disfruta vestirse de mujer, pero que lo hace a escondidas por temor a la reacción de sus padres.
La película entreteje con sutileza diversas perspectivas y aspectos de la vida en una comunidad conservadora y en riesgo de agresiones constantes. La obra más reciente de Bruno Santamaría devela paulatinamente cómo el miedo y la represión permean el imaginario de los jóvenes y de qué manera modifican los vínculos que entablan entre ellos.
05 de abril
Tonalidades cierra con un nuevo formato de actividad en vivo llamado «Lado B», en donde los realizadores comparten el reverso de sus decisiones narrativas y creativas en el desarrollo de la película. Enfocado en Cosas que no hacemos y con presencia de Bruno Santamaría, director; Andrea Rabasa, editora y Abril López, productora, se hará un análisis en voz alta de algunas de las escenas clave de la película.
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