Muestra de la realidad, de acuerdo con el Inegi, entre el cuatro y siete por ciento de los adolescentes en la país tienden a la ideación suicida.
Es vital acompañar el desarrollo psicológico y emocional de los jóvenes en el país durante su transición a la adolescencia, ya que de no atender el bienestar mental durante esta etapa de vida diversos factores de riesgo psicológico pueden configurarse en el futuro, así lo advirtió la académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Angélica Juárez Loyola, en el marco de las conferencias «UNAMirada desde la Psicología«, al abordar los riesgos y dificultados emocionales que enfrentan los jóvenes de la mal llamada «generación de cristal» en el país.
Asimismo, la académica sostuvo que son las instituciones públicas del sistema de salud las que deben velar, acompañar y atender la salud mental del sector juvenil a partir de programas y políticas públicas en sinergia con la ciencia y el desarrollo tecnológico.
A su vez, Juárez Loyola recalcó que, sin darse cuenta, los adolescentes atraviesan esa etapa sin asimilar lo trascendental de sus decisiones y relaciones interpersonales. Es durante ese periodo cuando una discusión o conflicto familiar o personal puede constituir un detonante de la estabilidad mental.
La especialista pidió acabar con la estigmatización de las nuevas generaciones, concretamente a la denominada «generación de cristal», como un conjunto de jóvenes sin aspiraciones profesionales y poco manejo del estrés.
«Hay cifras altas de desempleo en esta etapa, y no quiere decir que haya desinterés por parte de ellos, más bien es que no hay oportunidades», apuntó la profesional en salud mental.
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A medida que las nuevas generaciones son más criticadas, menos piden ayudan en materia de salud mental, esto, apuntó Juárez Loyola, se da porque los jóvenes se ubican en una disyuntiva: ser juzgados o demostrar que pueden hacerlo solos.
Entre tanto, la académica resaltó que existen diversos riesgos psicológicos que pueden constituir la base de una mente afectada, como: violencia familiar, problemas en casa, aislamiento, consumo de alcohol y drogas a temprana edad, entre otras más.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) entre el cuatro y siete porciento de los adolescentes en el país desarrollan pensamientos suicidas.
Finalmente, la académica pidió a las instituciones educativas del país a participar en el bienestar de los jóvenes, atendiendo la salud mental del estudiantado y la educación psicológica en los planes de estudio, «La escuela es un potencial enorme, se tiene contacto directo con los padres y se puede trabajar con ellos al respecto en las juntas escolares«, precisó.
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JOVC
