El presidente Andrés Manuel López Obrador a principios del mes de febrero presentó una iniciativa para reformar la Ley de la Industria Eléctrica, sin embargo, parte del sector privado considera innecesarias estas modificaciones.
Esta iniciativa de reforma ha sido aprobada por la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, la cual contiene modificaciones a ocho artículos y cuatro transitorios de dicha ley que entró en vigor en 2015.
Esta reforma cambia el orden en que el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) da a los generadores de energía que alimentan el sistema eléctrico nacional. En primer lugar, quedaría la energía de las hidroeléctricas de la CFE, en seguida la creada por plantas estatales, energía eólica, ciclos combinados de la CFE, y por último energías renovables.
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Entre los distintos puntos que se contempla encontramos el referido al otorgamiento de permisos de generación que entrega la Comisión Reguladora de Energía (CRE), y también se obliga al regulador a poder revocar permisos si estos fueron entregados mediante actos de fraude a la ley.
El presidente ha defendido en distintas ocasiones la reforma, al manifestar que el descontento viene particularmente del sector privado, pues habían logrado apoderarse del sector gracias a la reforma energética neoliberal del 2013.
En cambio, este sector menciona que estas modificaciones son innecesarias, pues las energías renovables deberían ser un campo importante para la generación de energía dentro del país y que ambos sectores, público y privado, deben trabajar de forma conjunta. Comentan que los cambios regulatorios de tal magnitud no son necesarios, y piden se respeten los contratos y derechos ya adquiridos.
DH.
