Los diversos ataques comenzaron el sábado a mediodía, para terminar a las 20:00 horas, cabe destacar que se reanudaron en la mañana del domingo 27 de agosto.
Tras un taque con drones que se registró en la sierra de Heliodoro Castillo, en el centro del estado de Guerrero, dejo a un muerto, esto luego de una presunta amenaza del grupo delictivo La Familia Michoacána. En los estados de Michoacán y Guerrero son colindantes en el sur de México y eso ha provocado que el citado grupo delictivo se haya extendido a más de 10 municipios.
Ante esto, pobladores de la comunidad El Caracol lograron tener contacto con el Centro de Derechos Humanos Minerva Bello, donde expusieron el sábado, que mediante drones les lanzaron bombas de fabricación casera.
El director de ese Centro, Filiberto Velázquez Florencio, mencionó el domingo en rueda de prensa que “los pobladores están refugiados en los pocos cuartos de material (concreto) que hay construidos”, pues los artefactos explosivos logran dañar sus precarias viviendas de techo de lámina. Señaló que el 14 de agosto registraron otro ataque que causó destrozos y él derribó de un cable de alta tensión, y este fin de semana murió una persona que estaba de visita en esa comunidad.
Al menos 10 comunidades asentadas en la ribera del río Balsas, son constantes víctimas de violencia, en la colindancia con los municipios de Cocula, Teloloapan y Apaxtla de Castrejón, en la región norte de Guerrero.
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Velázquez Florencio denunció que existe una falta de seguridad para los habitantes de esta región, aprovecho para hacer un llamado a garantizarla en víspera del regreso a clases, este lunes, y señaló que primero las clases se suspendieron por la pandemia de la covid-19 y ahora por la inseguridad, al igual que los servicios médicos.
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