Los megaproyectos de López Obrador están golpeando duro a las finanzas de la nación, así lo han demostrado los aumentos presupuestales que han tenido algunos de ellos incluso a poco tiempo de que se cumplan los plazos para su entrega.
Lo anterior fue sustentado por el propio titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O, quien aseguró que dichos costos están causando presiones en las finanzas públicas.
El funcionario agregó que a pesar de dichas presiones, el Gobierno de México tiene espacio para maniobrar debido a que no se elevará la relación entre deuda y producto interno bruto por encima de un rango de 50 a 51 por ciento en el presupuesto del próximo año, cuya cifra actual es del 48. 9 por ciento.
Aunado a lo anterior, indicó que los altos ingresos fiscales, los cuales han sido más altos de lo esperado, así como la caída de los costos de los subsidios a los combustibles derivado de la caída de los precios de la gasolina han ayudado.
Sin embargo, hay que ver con detenimiento las cifras de los megaproyectos.
En el caso del Tren Maya, el cual será de mil 600 kilómetros, podría tener un sobrecosto de 20 mil millones de dólares, lo cual se traduce en un 70 por ciento más del costo inicial.
Su otro proyecto insignia, la refinería de petróleo Dos Bocas en el estado de Tabasco, también ha visto cómo su costo se ha disparado fuera de control para alcanzar cerca de 18 mil millones de dólares, duplicando con creces su precio original, en tanto que algunos inversionistas dicen que el costo podría elevarse aún más.
Seguido del Tren Maya, está la refinería de Dos Bocas, la cual tuvo un costo inicial de 8 mil millones de dólares y actualmente está por alcanzar los 18 mil millones de dólares, es decir, poco más de un 50 por ciento de sobrecosto.
“Obviamente hay mucha presión, que consideramos presión normal (…) Todo lo que hagamos en 2022 y 2023 para acomodar el incremento es algo que no haremos en 2024, por lo que a mediano plazo funciona bien”.
Rogelio Ramírez de la O, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Dichos sobrecostos en los megaproyectos de López Obrador se dan en medio de una elevada inflación, misma que tan solo en la primera quincena de agosto alcanzó el 8.62 por ciento, además, se da luego de que la política de austeridad de México entraría en una fase de “austeridad franciscana”
Aunado a lo anterior, siguiendo la tónica de la austeridad, el presidente indicó que habría una reducción de los gastos de los funcionarios mexicanos, pero esto se da a poco tiempo de que comiencen las pláticas con Estados Unidos y Canadá por la disputa comercial derivada de la política energética.
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Empero, el panorama no pinta muy estable, ya que durante el punto álgido de la pandemia, López Obrador apenas impulsó el gasto social, por lo que para el futuro cercano habría ciertas dudas sobre cómo el presupuesto apoyará los megaproyectos del Tren Maya y Dos Bocas, además de la modernización de las instalaciones aduaneras y el desarrollo en el sureste del país, el cual contempla infraestructura carretera y un aeropuerto en Tulum.
AM
