La Iniciativa de Reforma constitucional en materia energética del Presidente Andrés Manuel López Obrador busca que el Gobierno tenga la conducción del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) posea el 54 por ciento de la generación de energía a nivel nacional.
Sin embargo, también propone la desaparición de órganos reguladores como la Comisión Reguladora de energía, además de la incorporación del Centro de Nacional de Control de Energía (Cenace) a la CFE, pues se considera que ha limitado la entrada de la energía generada por la empresa estatal, lo que generó pérdidas millonarias.
De acuerdo con la iniciativa del Poder Ejecutivo, la pérdida económica equivale a 215.4 millones de pesos al año y menciona que el organismo tiene que comprar electricidad a particulares por 222.9 millones de pesos, lo que representa un “cuantioso beneficio para los generadores privados”.
Por lo anterior, se contempla la cancelación de permisos de generación eléctrica otorgados y la compraventa al sector privado, además de las solicitudes pendientes de resolución. Sin embargo, la CFE continuará adquiriendo energía generada por particulares a través de un mecanismo basado en procedimientos de competencias, costos de producción y de acuerdo con los “requerimientos de seguridad y confiabilidad del SEN.
La propuesta busca reformar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución y contempla que la CFE se convierta en el organismo responsable del área estratégica de la electricidad, además de su planeación y control con autonomía en el ejercicio de sus funciones y administración.
Finalmente, establece la cancelación de los Certificados de Energías Limpias que implicaban un ingreso adicional para los generadores privados, pues la CFE excluida, aunque sus centrales generan el 55 por ciento de energía limpia en el país.
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