Una mujer fue sometida en el 2017 a 30 sesiones de quimioterapia innecesarias, ya que fue diagnosticada erróneamente con cáncer por dos médicos oncólogos del Hospital General de Zona (HGZ) No. 50 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el estado de San Luis Potosí.
El problema que según detectaron los oncólogos consistía en un tumor con dimensiones de dos centímetros clasificado como no maligno mientras que después de seis meses cuando se detectó el diagnóstico erróneo, éste creció a 10 kilogramos.
Según lo documentado en el expediente CNDH/1/2019/10854/Q, la paciente acudió a la UMF No. 2 en abril de 2017 por fuerte dolor de espalda, glúteos y piernas, por lo que, personal médico le indicó que era una contractura, sin que funcionara el medicamento su dolor empeoró, además, no le quisieron hacer una tomografía al considerar que sólo era la ciática.
Al inicio de la valoración un director de Ortopedia le dio una sentencia de muerte cuando le dijo que tenía cáncer, ya que escuchó que era maligno, no operable y que moriría en seis meses. Tiempo después en el HGZ No. 50, detectaron un tumor de células gigantes de hueso, por lo cual se le daría quimioterapia con objetivo paliativo por tumor de células gigantes de hueso ilíaco localmente avanzado no resecable, esto quiere decir que no se le podía extirpar mediante cirugía.
Después de 30 sesiones de quimioterapia durante seis meses sin mejoría, la pérdida de sensibilidad en toda la pierna derecha y los efectos secundarios de la quimioterapia, la paciente decidió en octubre de 2018 acudir a una hospital privado donde se enteró que el tumor de células gigantes diagnosticado no era maligno y ameritaba resección por poner en riesgo su vida ante el crecimiento de 10 kilogramos cuando inicialmente medía tan solo dos centímetros.
Posteriormente, se sometió a la cirugía que le costó 300 mil pesos y que todavía en la actualidad tiene a la derechohabiente con impactos en su calidad de vida. Debido a que ya no acudió al IMSS, éste alegó que la paciente abandonó por decisión propia su tratamiento establecido.
Sin embargo, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) refutó que la mujer no consideró seguir por hacer valer su derecho a una segunda opinión, donde se enteró que no tenía cáncer. Asimismo, mencionó que fue atinente haberse internado en un hospital ajeno al IMSS como consecuencia de la omisión y deficiencia en su manejo clínico inicial.
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SCP
