La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDRH) 2021, revela que el 70.1 por ciento del total de las mujeres de 15 años o más en México han experimentado al menos un incidente de violencia ya sea psicológica, económica, patrimonial, física o sexual. Además, las mujeres también han sufrido discriminación en al menos un ámbito de sus vidas.
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Estos datos son preocupantes, ya que muestran una realidad en la que la violencia contra la mujer en México es un problema grave y extendido.
A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años, los niveles de violencia no han disminuido significativamente y siguen siendo una amenaza constante para las mujeres en todas las regiones del país.
Otro aspecto que destaca la ENDRH 2021 es que la cifra negra de feminicidios en México es de grandes proporciones, ya que sólo el 20 por ciento de ellos se registran de forma oficial. Esto genera una impunidad que favorece la normalización de los abusos e incrementa la impunidad.
En este sentido, la directora nacional de Unión Mujer, Paulina Amozurrutia, destacó que la pornografía, la trata y el abuso sexual forman parte del círculo de violencia invisible, del que la mayoría de los mexicanos son parte, lo que contribuye a la normalización de los abusos e incrementa la impunidad.
Por su parte, la académica e investigadora en Punto Fuerte Consulting, María Guadalupe Plascencia Vázquez, destacó que las estadísticas revelan que la probabilidad de que un delito cometido en nuestro país se resuelva por la vía institucional a través de una sentencia, es del 0.9 %. Esto indica que la impunidad es un detonador de la descomposición social, ya que no se trata de un hecho aislado, sino de una cadena de impunidad que influye en todo el proceso.
La ENDRH 2021 también muestra que la mayoría de las víctimas no dan a conocer o no denuncian los abusos, por ignorar dónde o cómo levantar una denuncia, por temor a las represalias, amenazas o consecuencias.
La lucha feminista ha logrado victorias importantes a través de la historia, pero aún hay grandes rezagos y violaciones en la efectividad de los derechos ejercidos en la vida diaria.
En conclusión, estas cifras muestran que la violencia contra la mujer en México es un problema grave y extendido, que requiere de políticas públicas y acciones efectivas para frenar este tema y generar las condiciones básicas para crear un país de paz no sólo para los niños, niñas y mujeres, sino para todos los mexicanos.
