Según Guacamayas, el Conacyt solicitó a la Sedena su participación en los ensayos para la vacuna anti Covid-19 Patria, solicitud rechazada por la institución castrense.
El ataque cibernético a los servidores de Internet de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), continua exponiendo datos poco conocidos sobre las fuerzas armadas del país y su relación con los ámbitos más cercanos de la sociedad mexicana.
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Esta ocasión, un documento filtrado por la organización ciberactivista Guacamayas y presentado por el medio Latinus, apunta que el pasado ocho de julio personal del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) externó una invitación a la Sedena para que los miembros de las fuerzas armadas participaran en los ensayos de investigación de la vacuna mexicana contra el Covid-19, Patria.
Puntualmente, el organismo solicitó al Ejército del país realizar campañas de reclutamiento en varios estados de la República, así como invitar a militares para que participaran en el estudio de segunda fase de la vacuna mexicana.
«Se busca que se haga un llamado a todo el personal de la Sedena que cumpla con los criterios para participar en el estudio, con el fin de que se registren para participar de manera voluntaria«, expresa el informe CIDEFAM-FS-3594.
El documento recogido por Latinus tras la filtración de Guacamayas, fechado el pasado ocho de julio y relata una reunión virtual sostenida entre miembros del Centro de Investigación del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos (Cidefam) y funcionarios del Conacyt.
La respuesta de la institución castrense fue negativa, esto conforme a dos razones fundamentales: dicha actividad no esta incluida en el convenio de colaboración entre ambas dependencias y porque todos los soldados del Ejército cuentan ya con su esquema de vacunación completo.
«No es favorable como un proyecto para desarrollo bajo bajo los lineamientos del Convenio Marco de Colaboración con el Conacyt, por no implicar actividades de desarrollo científico y tecnológico, en las cuales tenga que intervenir personal de investigadores con conocimientos especializados en biología molecular e inmunología.
La totalidad del personal militar y sus derechoambientes cuentan con su esquema de vacunación completo, por lo que no sería una población que se deba incluir para participar en su desarrollo«, expresó la Sedena.
Lo impresionante de este tema, más allá de que el Ejército del país se haya negado a participar en los estudios para aprobar la vacuna mexicana, es que el biológico prometido para diciembre de 2021 aun no está aprobado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para su uso de emergencia.
A diez meses de la fecha prometida por María Helena Álvarez-Buylla, directora del Conacyt, para la aprobación de la vacuna, la institución continúa buscando voluntarios para concluir las pruebas en humanos.
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JOVC
