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Cifras históricas en contaminantes atmosféricos

por | Feb 8, 2022

La lluvia ácida deteriora los monumentos históricos, sobre todo aquellos construidos con carbonato de calcio en sus distintas formas en las zonas arqueológicas mayas.


Esta sustancia explicó Rodolfo Sosa Echeverría, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM, es la que cae sobre la Tierra en forma seca (gases o partículas) y húmeda: lluvia, nieve o granizo. 

Cuando el pH de la lluvia tiene un valor mayor a cinco punto seis, se considera no ácida; sin embargo, sabiendo que el pH neutro es de siete, esta ligera acidez se debe a la presencia de uno débil, el carbónico, que a su vez se formó por la reacción del bióxido de carbono con el agua contenidos en la atmósfera. Un pH menor a cinco punto seis en la lluvia indica la presencia de ácidos más fuertes.

Los contaminantes atmosféricos, no sólo pueden afectar la salud humana, cuerpos de agua y ecosistemas, sino también deterioran los materiales de las edificaciones que representan un valor comercial o cultural. 

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La zona arqueológica de El Tajín, fue construida con piedra caliza, la cual está constituida por carbonato de calcio, material susceptible de reaccionar con la lluvia ácida, apuntó el investigador del ICACC.

Uno de los parámetros a determinar es la pérdida del material en cuanto a unidades de longitud en un tiempo determinado. Se miden en micrómetros (un micrómetro es la millonésima parte de un metro) por año. 

Sin embargo, la reducción de micrómetros es todavía más crítica en estructuras con jeroglíficos, como dinteles y estelas, así como en la del juego de pelota en El Tajín. Al ser de piedra pensadas para proporcionar información a lo largo del tiempo, se pierden datos y cuesta más trabajo descifrar esos símbolos. También sucede por vandalismo. 

En la Ciudad de México el posible daño se presenta en construcciones como el Palacio de Bellas Artes, el cual está edificado con mármol, otra forma de carbonato de calcio.

Actualmente se lleva a cabo el proyecto doctoral de Luis Miguel Urbina, con el fin de evaluar el impacto del depósito atmosférico en el material de edificación de la fortaleza de San Juan de Ulúa, así como en el Templo Mayor y en Ciudad Universitaria, éstos últimos ubicados en la capital de la República mexicana. 

Además de estaciones de monitoreo para diagnosticar el grado de afectación por depósito atmosférico, en México es necesario que se tomen medidas para reducir, prevenir y controlar el impacto de la contaminación en diversos sitios arqueológicos. 

Para la reducción de emisiones de los precursores de lluvia ácida, se puede cambiar o mejorar los combustibles, sistemas de control en las industrias o servicios y el mejoramiento de tecnologías vehiculares, señaló el experto.

VFJV

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